Las devastadoras inundaciones registradas en el centro de Texas, tras las intensas lluvias del pasado viernes, han dejado hasta el momento un saldo de al menos 110 personas fallecidas y más de 170 desaparecidas, según reportes oficiales.
El condado de Kerr, el más afectado, registra 87 decesos, que incluyen 30 niños, mientras que otras víctimas se reportan en los condados de Travis, Williamson, Burnet, Tom Green y Kendall. Las autoridades continúan las labores de búsqueda y rescate en medio de condiciones adversas, con la esperanza de encontrar sobrevivientes.
El fenómeno, descrito como el evento de inundaciones de agua dulce más mortífero en Texas en más de un siglo, fue desencadenado por una tormenta que descargó casi 30 centímetros de lluvia en pocas horas, lo que causó que el río Guadalupe creciera 26 pies (ocho metros) en 45 minutos y 33 pies (10 metros) en dos horas.
Este rápido aumento superó el récord de la inundación de 1987 en la misma región, que cobró la vida de 10 adolescentes. La tragedia impactó especialmente a campamentos de verano a lo largo del río, como el Campamento Mystic, donde se confirmaron 27 fallecidos, que incluyen niñas y consejeros.






