Advirtieron que las necesidades de la población persisten y no pueden abordarse sin una financiación adecuada
Un total de 188 organizaciones hicieron este lunes un llamamiento urgente para reunir los 2.700 millones de dólares requeridos para la respuesta humanitaria este año en el Yemen, donde 18,2 millones de personas -la mitad de la población- necesita algún tipo de asistencia.
Las ONG lamentaron en un comunicado conjunto que durante los cinco primeros meses de 2024 solo han recibido 400 millones de los 2.700 necesarios para implementar el Plan de Respuesta Humanitaria del Yemen de este año, mientras que advirtieron que «la inacción tendría consecuencias catastróficas» para las vidas de los yemeníes.
Asimismo, denunciaron que los trabajadores humanitarios ya se enfrentan a grandes retos para brindar ayuda en el país, asolado por una década de guerra, y que aún así un total de 229 actores humanitarios lograron ayudar a unos 8,4 millones de personas cada mes a lo largo de 2023.
«La ayuda está llegando a quienes la necesitan, a pesar de las limitaciones de acceso y financiación», indicaron en la nota, donde recordaron que el Yemen ha experimentado «ligeras mejoras en las condiciones humanitarias» tras una tregua mediada por la ONU en 2022 y que se ha mantenido en gran medida pese a expirar unos meses después.
Sin embargo, advirtieron que las necesidades de la población persisten y no pueden abordarse sin una financiación adecuada, puesto que la crisis, el deterioro de los servicios públicos y los desplazamientos inducidos por conflictos siguen contribuyendo a la catástrofe humanitaria.
«La creciente inseguridad alimentaria, el riesgo de aumentar las tasas de desnutrición -particularmente entre mujeres embarazadas y lactantes, personas mayores y niños- y la propagación del cólera durante la actual temporada de lluvias plantean amenazas a las comunidades de todo el país», indicaron las 188 organizaciones.
Por ello, advirtieron que «la falta de financiación plantea un desafío para la continuidad de la programación humanitaria, provocando retrasos, reducciones y suspensiones de programas de asistencia vital», factores que «afectan directamente las vidas de millones de personas».
El Yemen está inmerso en una guerra desde 2014, cuando los rebeldes hutíes tomaron el control de la capital, Saná, mientras que el conflicto se recrudeció un año después con la intervención de la coalición militar liderada por Arabia Saudí en apoyo al Gobierno internacionalmente reconocido del país árabe.