La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) insistió este lunes en su visión de que el sector petrolífero mundial requiere 17,4 billones de dólares en inversiones hasta 2050, lo que supone una media de 650.000 millones de dolares por año.
«Necesitamos inversión, inversión y más inversión», subrayó el secretario general de la OPEP, el kuwaití Haitham al-Ghais, en un artículo titulado «Redefiniendo las transiciones energéticas» y publicado hoy en la web de la organización con sede en Viena.
En el texto, Al-Ghais ahonda en la conocida postura de los ‘petroestados’, defendida con vehemencia en las últimas conferencias sobre el clima, de que el crudo y el gas seguirán siendo de importancia vital para garantizar la seguridad energética del planeta, y que las fuentes alternativas deberán sumarse a las ya existentes, pero no sustituirlas.
Esa tesis contrasta con los pronósticos de que la demanda mundial de hidrocarburos llegará a fines de esta década a un pico, antes de comenzar una fase de retroceso definitivo, como lo estima la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que defiende los intereses energéticos de las principales naciones industrializadas.
«Es una narrativa que algunos creen que está escrita en piedra y que no debe cuestionarse. Esto es un error», afirma Al-Ghais en su artículo, en el que alerta contra lo que considera una visión que «no es un futuro realista» y «podría conducir a grandes desafíos para la seguridad energética, la disponibilidad de energía y la reducción de emisiones, y a que no se realicen las inversiones necesarias».
«A pesar de informaciones sobre el inminente pico de demanda de petróleo, el mundo sigue consumiendo más petróleo año tras año. Es una tendencia que hemos visto en el pasado en el sector energético y no tenemos dudas de que continuará en el futuro, dada la expansión de la población en el mundo en desarrollo, la urbanización y el crecimiento económico», insiste Al-Ghais.
«En la OPEP vemos que la industria petrolera mundial necesitará inversiones por valor de 17,4 billones de dólares hasta 2050, es decir, casi 650.000 millones de dólares al año», añade al recordar los cálculos sobre la evolución del mercado global de petróleo a largo plazo publicados en septiembre pasado en Río de Janeiro.
«Teniendo en cuenta todo esto, ¿no será quizás el momento de repensar cómo entendemos el término ‘transición energética’? El pasado nos ha demostrado que nuestro futuro nunca ha consistido en reemplazar fuentes de energía, sino en adoptar otras nuevas y encontrar continuamente nuevos usos para ellas», plantea el secretario general de la OPEP.
La OPEP fue fundada en 1960 por Venezuela, Arabia Saudí, Irán, Irak y Kuwait con el fin de coordinar sus políticas para defender el nivel de los ingresos que perciben esos países mediante la exportación de crudo.
Actualmente cuenta con doce miembros que junto a diez países productores de crudo aliados, entre ellos Rusia, México y Kazajistán, se reúnen regularmente para fijar el nivel de su oferta de crudo y con ello influir en los precios del barril.
Tras retirar del mercado 5,86 millones de barriles diarios (mbd) de crudo desde fines de 2022, la llamada ‘alianza OPEP+’ (OPEP y aliados) bombea actualmente unos 40 mbd, cerca del 39 % de la oferta mundial de petróleo.