Las tiendas no esenciales permanecerán cerradas, así como los centros comerciales, restaurantes (que podrán vender a domicilio), gimnasios, piscinas, bibliotecas, cines y museos; y se suspenden las actividades deportivas o de tiempo libre
El Gobierno noruego decretó este sábado 23 de enero, un cierre de la actividad económica y la vida pública de una semana en el área de Oslo, la capital, debido a un brote de la mutación británica del Sars-CoV2.
Las medidas, que afectan a diez municipios de la región de la capital noruega, estarán vigentes inicialmente desde las 11.00 GMT de hoy hasta el día 31.
Todas las tiendas no esenciales permanecerán cerradas, así como los centros comerciales, restaurantes (que podrán vender a domicilio), gimnasios, piscinas, bibliotecas, cines y museos; y se suspenden las actividades deportivas o de tiempo libre.
Los centros de educación superior implantarán la enseñanza a distancia, mientras se combinará esta con la presencial en las escuelas.
Las autoridades recomiendan además evitar las visitas en casa, los viajes innecesarios e instan a trabajar desde el domicilio, completando un paquete de medidas más duro que el que se implantó la primavera pasada en el inicio de la pandemia.
«Es una situación muy grave y debemos hacer todo lo que podamos para parar el brote. Esperemos que todos se impliquen en esta enorme muestra de fuerza para derrotar a la mutación», dijo en rueda de prensa el ministro de Salud, Bent Høie.