La iniciativa de enjuiciar a Trump fue dada por el candidato presidencial demócrata Cory Booker, quién señaló que «la declaración de Robert Mueller lo deja claro: el Congreso tiene la obligación legal y moral de iniciar el proceso de juicio político de inmediato»
Algunos congresistas estadounidense solicitaron ante el Congreso de la nación iniciar un juicio político contra el presidente Donald Trump, luego de que el fiscal especial Robert Mueller retirará la acusación formal contra el jefe de Estado.
La iniciativa de enjuiciar a Trump fue dada por el candidato presidencial demócrata Cory Booker, quién este miércoles 29 de mayo escribió en su cuenta de Twitter que: «la declaración de Robert Mueller lo deja claro: el Congreso tiene la obligación legal y moral de iniciar el proceso de juicio político de inmediato».
El informe escrito por Mueller y enviado al Congreso señala que no hay pruebas de nexos entre el entorno de Trump y el Kremlin, a la vez que no alcanza una conclusión sobre un posible delito de obstrucción a la Justicia por parte del mandatario.
De este modo, la decisión sobre si iniciar un juicio al presidente estadounidense pasa al Congreso, donde los demócratas están divididos dadas las posibles implicaciones políticas que ello tendría de cara a las elecciones del próximo año.
«Debido a que el fiscal especial Mueller no fue capaz de perseguir cargos criminales contra el presidente, le corresponde al Congreso responder a los delitos, mentiras y otras malas prácticas del presidente Trump, y lo haremos», afirmó en un comunicado Jerrold Nadler, quien preside el Comité Judicial de la Cámara de Representantes.
Nadler evitó, no obstante, mencionar expresamente la posibilidad de abrir un juicio político al mandatario.
«Todas las opciones están sobre la mesa», dijo posteriormente en una rueda de prensa al ser preguntado al respecto.
La presidenta de la Cámara, la demócrata Nancy Pelosi, insistió la semana pasada en que «nadie está por encima de la ley», al valorar la actuación del mandatario.
Tras finalizar la investigación, Mueller señaló que «acusar al presidente de un delito no fue una opción que pudiésemos considerar» y aseguró que «si hubiésemos tenido confianza en que el presidente claramente no cometió un delito, lo habríamos dicho».
Finalmente, indicó que cerraron formalmente la oficina del fiscal especial y deja en manos del Departamento de Justicia el informe final.