Las lluvias monzónicas azotan el noroeste del país, mientras se intensifican los esfuerzos de rescate
Pakistán enfrenta una tragedia sin precedentes a causa de las intensas lluvias monzónicas que azotan el país desde junio de este 2025. Hasta ahora, más de 660 personas han perdido la vida y al menos 150 permanecen desaparecidas tras las catastróficas inundaciones que, en la última semana, se cobraron la vida de más de 300 personas solo en el noroeste.
El noroeste de Pakistán, especialmente la provincia de Khyber Pakhtunkhwa, ha sido el epicentro de la tragedia. Según la Autoridad Nacional de Gestión de Desastres (NDMA), la región ha sufrido graves inundaciones que destruyeron hogares, puentes y tierras agrícolas. Los rescatistas, que enfrentan el desafío de acceder a áreas remotas, continúan buscando a los desaparecidos entre los escombros.
Los desastres se concentraron en distritos como Buner y Shangla, donde las lluvias de la última semana dejaron un saldo devastador. La zona montañosa, que ya era difícil de alcanzar, se vio aún más perjudicada por las riadas, descritas por los sobrevivientes como “muros de lodo y rocas”. A pesar de los esfuerzos de unos 2.000 rescatistas, la situación es crítica.
El balance de víctimas continúa creciendo, y los datos de la NDMA revelan que la mayoría de las muertes fueron causadas por inundaciones repentinas, mientras que el colapso de edificios también dejó su huella trágica. Además de las víctimas, cientos de viviendas y ganado han sido arrasados.
Mientras los equipos de rescate se concentran en el noroeste, el monzón se desplaza hacia el sur y el este, generando alertas en las provincias de Punjab y Sindh, donde se encuentra Karachi, la ciudad más poblada de Pakistán.
A raíz de esta catástrofe, el Gobierno provincial de Khyber Pakhtunkhwa ha liberado 800 millones de rupias para ayudar a las víctimas y reparar los daños. De estos, 500 millones de rupias están destinados específicamente a Buner, el distrito más afectado, donde las muertes superan los 200.
El primer ministro de Pakistán, Shehbaz Sharif, ha prometido el total apoyo del Gobierno federal, destinando un mes de salario de su Gabinete para las víctimas. Además, el Gobierno ha enviado ayuda humanitaria, como alimentos, medicinas y equipos médicos, y ha desplegado equipos de rescate adicionales. Los daños materiales, tanto públicos como privados, superan los 126 millones de rupias.
Este desastre recuerda las devastadoras inundaciones de 2022, cuando Pakistán perdió más de 1.700 vidas y sufrió pérdidas económicas millonarias. La respuesta del Gobierno se centra en una estrategia de socorro urgente, mientras las autoridades continúan con los esfuerzos de restauración de infraestructuras clave como carreteras y suministro de energía.






