El presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, fue detenido este miércoles #15Ene para ser interrogado sobre su declaración fallida de la ley marcial a comienzos del mes pasado, y después de un tenso y prolongado asedio de las autoridades a la residencia donde permanecía atrincherado.
El de hoy es el rocambolesco último episodio hasta la fecha de la profunda crisis política que atraviesa el país desde que Yoon decidió declarar por sorpresa la ley marcial hace 43 días, acusando a la oposición, que cuenta con mayoría parlamentaria, de actuar como «fuerzas pronorcoreanas».
La detención de Yoon es la primera en la historia del país a un presidente en el cargo, aunque el mandatario conservador quedó inhabilitado el pasado 14 de diciembre por el Parlamento nacional, cuando salió adelante la moción puesta en marcha por la oposición tras el estado de excepción declarado por el presidente.
Cinco horas de asedio a la residencia presidencial
El operativo para tratar de detener a Yoon comenzó a prepararse a las 3:20 de la madrugada local y, antes del amanecer en Seúl, unos 3.200 efectivos de la policía y decenas de oficiales de la Oficina para los Casos de Corrupción de Altos Funcionarios (CIO) y otros organismos fueron desplegados en la residencia presidencial.
Semejante despliegue iba destinado a lidiar con el Servicio de Seguridad Presidencial (PSS), un cuerpo independiente de otras fuerzas del orden nacionales y que responde directamente ante el mandatario, y que ya había logrado bloquear un intento previo de arresto el pasado día 3 en otro tenso encaramiento con las autoridades que también duró varias horas.
El dispositivo policial también contaba con medio centenar de antidisturbios ante los más de 6.000 simpatizantes de Yoon que se congregaron en torno a la residencia oficial con la idea de impedir físicamente el acceso al recinto ubicado en Yongsan, en el centro de Seúl.
A las 5:10, oficiales de la policía y la fiscalía del Estado presentaron ante el servicio de seguridad presidencial que protege el recinto la orden de arresto para el mandatario emitida por un tribunal.
Durante las dos horas siguientes, se vivieron los momentos de mayor caos cuando varios intentos de penetrar en el recinto presidencial fueron bloqueados por las cadenas humanas conformadas por el PSS, las barricadas de vehículos y alambre de espino colocadas por ese servicio y por parlamentarios del partido gobernante de Yoon, todo ello mientras se intensificaban las protestas de partidarios del presidente en los alrededores.
Pasadas las 7:00 de la mañana, la policía consiguió entrar en el recinto empleando escaleras portátiles para superar sus vallas y fueron rebasando otros perímetros de seguridad hasta entrar en el edificio principal de la residencia, donde comenzaron las negociaciones con el equipo legal de Yoon y el PSS.
Yoon fue finalmente detenido a las 10:33 después de que su equipo legal anunciara que accedía a comparecer ante la oficina anticorrupción. El mandatario había rechazado acudir a convocatorias previas para declarar ante este organismo, lo que motivó la orden de arresto emitida por un tribunal.
No declara en su interrogatorio pero defiende su ley marcial por las redes
Ya bajo custodia de las autoridades, Yoon se negó a declarar durante las dos primeras horas y media de su interrogatorio en la sede de la CIO en Gwacheon, al sur de la capital, según dijo un funcionario de esa agencia.
Sin embargo, mientras tenía lugar el interrogatorio el perfil oficial del mandatario en las redes sociales publicó una carta suya escrita a mano en la que defendía su declaración de la ley marcial, una medida que según dijo «no es un crimen, sino un ejercicio de autoridad presidencial para superar una crisis».
Poco antes se había publicado otro mensaje suyo grabado en vídeo en el que afirmaba que había decidido comparecer ante las autoridades para evitar un potencial «derramamiento de sangre» y pese a tratarse de una «investigación ilegal».
La oficina anticorrupción tiene 48 horas para interrogar a Yoon y puede solicitar una orden para prolongar la detención. Está previsto que el aún presidente permanezca detenido en el Centro de Detención de Seúl, en Uiwang, cerca de la sede de la CIO.
Yoon es investigado por un supuesto delito de insurrección ligado a su declaración de la ley marcial, el único al que no es inmune un presidente surcoreano, así como por abuso de poder.
En caso de ser declarado culpable de insurrección, el líder conservador, al que se ha prohibido salir del país, podría afrontar una cadena perpetua o incluso la pena capital, aunque sobre esta última existe una moratoria en el país desde hace casi 40 años.
En paralelo a la investigación penal por la que fue arrestado hoy, el Tribunal Constitucional tiene abierto otro procedimiento en el que debe decidir antes de mediados de junio si la inhabilitación de Yoon es definitiva o si por el contrario es restituido en el cargo.
Información de EFE