El Ministerio de Relaciones Exteriores de China rechazó enérgicamente la decisión de Estados Unidos (EE. UU.) de autorizar la venta de armamento a Taiwán y calificó la medida como una violación flagrante del principio de una sola China y de los tres comunicados conjuntos firmados entre Beijín y Washington.
El portavoz adjunto del ministerio, Guo Jiakun, sostuvo que la aprobación de estos suministros militares constituye una injerencia directa en los asuntos internos de China y representa una amenaza seria contra su soberanía, su seguridad nacional y su integridad territorial.
En ese sentido, advirtió que Beijín responderá con acciones firmes y efectivas para salvaguardar sus intereses fundamentales. En la misma línea, el vocero de la Oficina de Asuntos de Taiwán del Consejo de Estado, Chen Binhua, alertó que las fuerzas que promueven la secesión en la isla enfrentarán una respuesta contundente si intentan traspasar la “línea roja”.
El funcionario exigió además a Estados Unidos que ponga fin de inmediato al suministro de armas a Taiwán, deje de respaldar a los movimientos separatistas y cumpla los compromisos asumidos por sus propios líderes. También instó a Washington a manejar el tema de Taiwán con extrema cautela para evitar un deterioro mayor de las relaciones bilaterales.
Las declaraciones chinas se producen después de que el Departamento de Estado estadounidense diera luz verde a un paquete de ventas militares a Taiwán por un monto superior a los 11 mil 100 millones de dólares. El acuerdo incluye sistemas de misiles Javelin, plataformas no tripuladas Altius, repuestos para helicópteros de ataque, lanzacohetes múltiples Himars, obuses autopropulsados, misiles antitanque TOW y servicios asociados a mantenimiento, software y redes tácticas.






