China inició el lunes uno de sus mayores ejercicios militares hasta la fecha en torno a Taiwán, en una operación que ha movilizado a tropas, buques, aeronaves, unidades de artillería y sistemas de misiles de la Armada, el Ejército, la Fuerza Aérea, la Guardia Costera y las Fuerzas de Misiles del Ejército Popular de Liberación.
Según informó el Ministerio de Defensa Nacional taiwanés, más de 19 buques de guerra chinos, entre ellos el Grupo de Ataque del portaaviones Shandong, han operado en los alrededores de la isla, con varios de ellos ingresando en la Zona de Respuesta de Taiwán.
El Comando del Teatro de Operaciones Oriental aseguró que las maniobras, que abarcan la aproximación a las costas norte, sur y este de Taiwán, buscan poner a prueba la coordinación de sus fuerzas en simulacros de bloqueo, ataques a objetivos terrestres y marítimos, e interceptaciones aéreas.
Las intenciones de China
Expertos señalan que este ejercicio podría ser el primero de una serie de maniobras similares en los próximos años, en un contexto de creciente tensión que, para algunos analistas, augura un eventual escenario de confrontación o incluso una invasión.
En un contexto de creciente retórica anti-separatista, las autoridades chinas no han titulado formalmente estas actividades, a diferencia de los ejercicios realizados el año pasado.
Durante el desarrollo de las operaciones, se difundieron una serie de vídeos de propaganda en los que se ridiculizaba abiertamente al presidente taiwanés, Lai Ching-te, a quien se califica de “parásito” en mensajes que exaltan la unidad nacional y advierten sobre la continuidad de los ejercicios tras la reciente visita del Secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, a Asia. Dicho funcionario de Taiwán indicó que la maniobra se llevó a cabo poco después de que Hegseth concluyera sus compromisos en la región, lo que refuerza la percepción de que Taiwán se ha convertido en un pretexto en la confrontación entre Pekín y Washington.
Respuesta de Taiwan
El gobierno de Taiwán, por su parte, ha condenado enérgicamente la operación, señalando que, pese a la ausencia de fuego real, se han detectado al menos 71 aviones y 13 buques involucrados en las actividades, lo que ha llevado a elevar el nivel de alerta de las fuerzas armadas para evitar un ataque repentino.
El país insular reafirma su derecho a decidir su futuro y rechaza las afirmaciones de soberanía de Pekín, mientras que funcionarios locales subrayan que la comunidad internacional ya reconoce a China como un factor desestabilizador en la región.
Por otro lado, el Ministerio de Exteriores chino defendió la legitimidad de las maniobras, argumentando que se trata de acciones necesarias para salvaguardar la soberanía y la integridad territorial, y reafirmó que la reunificación de China es una tendencia imparable.
En medio de la tensión, la bolsa de valores taiwanesa mostró signos de resiliencia, con un incremento del 2,8% en su índice de referencia.
A lo largo de las últimas horas, diversas imágenes y vídeos difundidos por canales oficiales chinos han intensificado la polarización del debate, presentando simulacros de bloqueo y ataques aéreos, junto a representaciones satíricas del líder taiwanés y alusiones a elementos de la cultura popular, como la figura mítica de Sun Wukong.
Mientras tanto, la respuesta de la comunidad internacional, encabezada por el apoyo reiterado de EEUU a la isla, sugiere que la escalada de maniobras militares podría tener implicaciones de largo alcance para la estabilidad en la región.