Este lunes resultaron 25 civiles muertos, entre ellos siete niños, en bombardeos lanzados por el Gobierno sirio y su aliado Moscú contra las provincias de Idlib y Alepo, al noroeste de Siria, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos y la Defensa Civil (OSDH).
El Observatorio Sirio de los Derechos Humanos dijo que 13 de las víctimas murieron en ataques aéreos del régimen del presidente Bashar Al Asad en la ciudad de Jabala en la provincia de Idlib.
Los aviones de Damasco y de Moscú efectuaron este lunes más de 100 bombardeos contra estas zonas del país árabe, donde el sur de Idlib ha sido testigo de nuevo de los ataques aéreos.
Todavía hay un número indeterminado de civiles que se encuentran bajo los escombros.
Idlib, último bastión yihadista del país, es blanco de bombardeos casi diarios por parte del régimen sirio y su aliado ruso.
Esta escalada de violencia contra una región en la que viven unos 3 millones de personas ha dejado más de 360 muertos desde fines de abril, según el OSDH.
Según Naciones Unidas, los ataques forzaron a más de 270.000 personas a escapar de sus hogares, y dañaron 24 hospitales y dispensarios.