El país sigue tenso tras las protestas del martes y un discurso desafiante de Ruto, quien calificó las protestas de «traición». En su discurso a la nación, William Ruto advirtió que no escatimaría recursos estatales para llevar ante la justicia a los «criminales»
Kenia se encuentra sumida en la incertidumbre después de que manifestantes irrumpieran en el Parlamento en medio de violentas manifestaciones por un controvertido plan fiscal. ¿Cómo se llegó a esta situación?
La polémica ley de finanzas
El proyecto de ley de presupuesto se suele presentar al Parlamento antes del comienzo del año fiscal, que en Kenia va de julio a junio.
Los jóvenes kenianos de la Generación Z llevan días manifestándose contra el proyecto de ley que, según ellos, aumentará los impuestos a los trabajadores, ya de por sí sobrecargados. Tras la protesta pública, el gobierno abandonó su plan de imponer un impuesto del 16 por ciento al pan y un 25 por ciento al aceite de cocina, pero los manifestantes quieren que se abandone todo el proyecto de ley.
A pesar de ser el motor económico de África Oriental, Kenia todavía combate contra el desempleo juvenil y muchos kenianos luchan para llegar a fin de mes.
¿Por qué quiere Ruto subir los impuestos?
El Gobierno de Kenia quiere recaudar más ingresos para pagar miles de millones de dólares en deudas externas. La deuda pública de Kenia representa alrededor del 68 por ciento de su producto interno bruto (PIB), significativamente más alta que el nivel sugerido por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial del 55 por ciento del PIB, que es el valor de todos los bienes y servicios producidos en un período determinado.
Los críticos del presidente William Ruto lo han comparado con el personaje bíblico Zaqueo, un recaudador de impuestos que solía defraudar a la gente inflando las cifras de lo que debían al gobierno romano.
A través del polémico proyecto de ley 2024-25, la administración de Ruto espera recaudar 2.700 millones de dólares adicionales. Muchos kenianos han acusado al gobierno actual de corrupción y mala gestión, alegando que los fondos fiscales se asignan a sectores sin prioridad. Por ejemplo, en el proyecto de ley, el vicepresidente Rigathi Gachagua solicitó 2.600 millones de chelines (20 millones de dólares) para renovar sus oficinas, argumentando que no habían sido remodeladas en los últimos 15 años.
¿Ruto mintió a los votantes kenianos?
En 2022, la deuda externa de Kenia ascendía a más de 76.000 millones de dólares. Mientras hacía campaña electoral ese año, Ruto convenció a sus seguidores de que implementaría un modelo económico de abajo hacia arriba. La idea era que ese enfoque reduciría el costo de vida, erradicaría el hambre, crearía empleos y, por lo tanto, ampliaría la categoría de impuestos.
Pero su administración se ha visto sacudida por huelgas de funcionarios públicos por salarios sin pagar y demandas de salarios más altos. Sus críticos lo han acusado de mentir a los votantes y centrarse más en aumentar los impuestos, mientras hace poco por mejorar el bienestar económico de los kenianos, particularmente de aquellos que trabajan en el sector informal.
Ruto ha defendido sus planes presupuestarios, diciendo que los kenianos no pueden seguir viviendo más allá de sus posibilidades. Su gobierno ha achacado la mayor parte del déficit presupuestario y de las deudas al gobierno del expresidente Uhuru Kenyatta, del que Ruto fue vicepresidente.
¿Cuál es la situación política en Kenia?
Las protestas contra los aumentos de impuestos involucraron al menos a 35 de los 47 condados de Kenia. En algunos casos se informó de saqueos y destrucción de propiedades.
El país sigue tenso tras las protestas del martes y un discurso desafiante de Ruto, quien calificó las protestas de «traición». En su discurso a la nación, Ruto advirtió que no escatimaría recursos estatales para llevar ante la justicia a los «criminales».
Hubo informes de que había ordenado a los militares que apoyaran a la policía durante las protestas del martes. El líder de la oposición Raila Odinga y el expresidente Kenyatta han pedido al gobierno que ponga fin a la violencia contra los manifestantes y «escuche al pueblo».
En el panorama político de Kenia hay una compleja interacción de alianzas étnicas, intereses económicos y agravios históricos que se remontan a la independencia del país de sus colonizadores británicos en 1963. La nación de África Oriental es una democracia estable, pero tiene una historia de elecciones controvertidas.