No solo hay dólares en la calle: Es que también “se habla en dólares” y hasta quien cuida carros espera una propina en dólares
Los números de la “economía formal” no son los mejores y ratifican que Venezuela es el país con más inflación y más recesión. Pero “hay una economía informal, que está surgiendo” y que lleva a un repunte, señala José Antonio Gil Yepes, directivo de Datanálisis.
“Los teléfonos en las oficinas están sonando. Hay más solicitudes de trabajo, de publicidad y estudios de mercado; hay más compra de materias primas, hay reactivación de plantas. Hay gente que llama del exterior y dice que está interesada en invertir en Venezuela”, expone Gil Yepes en conversación con Contrapunto.
-¿Hay una economía formal deprimida y una economía informal activa?
-Claro. Simplemente no llevas los números. No sabes qué números son, pero la economía está ahí.
No solo hay dólares en la calle: Es que también “se habla en dólares” y hasta quien cuida carros espera una propina en dólares. “No es gente que está en la nómina de una empresa formal que le paga en dólares”, precisa. “Es una gente que está recibiendo dólares que paga cualquiera en la calle”.
Los dólares, estima, vienen de las remesas, de las exportaciones del sector privado, del lavado de dinero.
-¿La economía informal activa puede levantar a la formal?
-Sí. Hasta cierto punto. En la medida en que el gobierno abra las compuertas que cerró, para que la economía formal privada se destruyera, en esa medida aumenta el impacto.
El gobierno logró llenar los anaqueles con algunas decisiones: «Liberó el cambio, liberó los precios y bajó los aranceles». Mucho de eso se hizo con dólares del sector privado, subraya.
Hay un circuito que Gil Yepes dibuja: un parquero recibe dólares con los que compra harina de maíz, y «obviamente que la economía formal se va a beneficiar de eso». Lo lógico sería «que el gobierno complemente las políticas de abastecimiento con una política de producción», pero eso pasa «por reducir el encaje bancario, porque lo primero que tiene que hacer un país para reactivar la economía es que haya crédito para que las empresas puedan funcionar».
-¿Cuáles son las medidas?
-Pasan por algo que termina siendo una gran sumatoria de variables, y la principal se llama confianza. Confianza en que puedo ir al banco a conseguir un dinero prestado y no usarlo para comprar divisas.
Reducir el encaje bancario y lanzar señales «sobre la formalización de la liberación de precios» son dos acciones clave, afirma.