«Se persiste en el error de mantener un solo centro para procesamiento de las pruebas, y es un error garrafal, porque nunca vas a tener un panorama claro de la enfermedad. Deberías tener las pruebas PCR, como mínimo, en 11 zonas, donde estaban los laboratorios de salud pública», subraya el director de Médicos Unidos de Venezuela
Por llamadas. Por grupos de Whatsapp. Por mensajes de texto. Por todas las vías. Aunque las autoridades de salud no lo han dicho abiertamente, la información sobre médicos y enfermeras contagiados o fallecidos por la COVID-19 sigue circulando.
Jaime Lorenzo, director de Médicos Unidos de Venezuela (MUV), afirma que van 16 médicos y enfermeras hospitalizados o que perdieron la vida por la epidemia.
Del 19 al 25 de junio comenzó la expansión de la epidemia en personal de salud, señala Lorenzo en entrevista con contrapunto.com.
¿Por qué se enfermaron? El experto detalla que hay dos sistemas de protección: los de bioprotección que se usan para emergencias, pacientes con síntomas respiratorios y visitas domiciliarias (gorro, tapabocas, lentes de protección ocular, bata de corijano con peto, guantes); y el de bioseguridad, que se emplea en unidades de cuidados intensivos y áreas de aislamiento (incluye un traje antifluidos, botas, dos pares de guantes, máscaras especiales). La realidad, de acuerdo con el monitoreo, es que en 16 hospitales de Caracas falla la dotación de tapabocas y guantes, e incluso, se reutilizan las mascarillas.
-¿Se enfermaron por falta de equipos?
-Toda persona que trabaje en el sector salud y maneje pacientes COVID-19 tiene posibilidad de enfermarse, y más si no tienes la totalidad de la protección. Al primer médico que murió en el Zulia, Samuel Viloria, nunca se le debió permitir trabajar en zonas COVID-19, porque era diabético y trasplantado renal. Sus jefes o los responsables de la institución debieron evitar que trabajara.
A su juicio en el manejo de la epidemia se han cometido varios errores. «El primer error es usar la salud pública desde el punto de vista político. Lo lógico es haber enfrentado la enfermedad, que toca todas las puertas sin importar grupos sociales y políticos, porque va a atacar por igual a todos. No existe inmunidad selectiva».
Para Lorenzo, la enfermedad debió haber dado la pauta para que el factor político entendiera que debía ser enfrentada por todos. Otro error que suma es el manejo inadecuado de otros factores: «Se tenía que haber formado e informado a todo el personal del sistema de salud qué es la enfermedad, cómo evitarla y cómo transmitir la información a la población en general».
El tercer gran error, agrega, es no haber preparado la institucionalidad para tener los insumos con los cuales afrontar la epidemia y proteger a los equipos de salud. «A los venezolanos nos llega la enfermedad cuando ya estaba claro que los primeros caídos son los trabajadores de la salud, porque mueren o porque deben retirarse de la atención».
-¿Somos un «país ejemplo», como dice la propaganda del gobierno?
-Desde el punto de vista de la propaganda parece que sí, pero ¿dónde está el componente de educación y prevención. La respuesta de la gente nos dice que no ha habido una efectiva educación.
-¿Tenemos menos muertes que el resto de la región?
-Como médico quisiera que los números fuesen cero. Se persiste en el error de mantener un solo centro para procesamiento de las pruebas, y es un error garrafal, porque nunca vas a tener un panorama claro de la enfermedad. Deberías tener las pruebas PCR, como mínimo, en 11 zonas, donde estaban los laboratorios de salud pública.
Ahora tenemos retraso en la información y los diagnósticos dependen de un solo centro. ¿Qué pasa con los fallecidos por neumonía, insuficiencia respiratoria o paro cardiorrespiratorio?
-¿Tenemos subregistro?
-Lo más seguro es que tengamos subregistro. Aparte de que no se están haciendo autopsias médicas en los casos donde haya dudas.
Jaime Lorenzo advierte que hoy día «tenemos una cantidad de focos que están creciendo. Quisiéramos que la institucionalidad estuviera preparada. Si el tiempo se hubiera usado para aumentar la capacidad de diagnóstico… Tuvimos tres meses para preparar la institucionalidad para dar respuesta a lo grave de la COVID-19, y no lo hicieron. Hay hospitales con la terapia intensiva cerrada por cosas reparables.
-¿Es una epidemia solo de clase media?
-No tiene color.
-¿Tenemos un rebrote?
-No. Es una epidemia. No podemos hablar de rebrote, sino de focos de la enfermedad. Puedes tener una oleada nueva, la presencia de un foco nuevo, pero no es rebrote.
-¿Dónde estamos?
-Estamos entrando al proceso de mayor cantidad de pacientes. La curva está subiendo. Tiene un comportamiento exponencial. Es una subida vertiginosa. No podemos decir que estamos en el pico, porque solo lo sabremos cuando comience a bajar.