La rectora suplente del Consejo Nacional Electoral considera que los sucesos de Barinas ponen en evidencia que “hubo un CNE que no se prestó para ese juego”. Advierte que en otros tiempos podrían haber declarado “continuidad administrativa, el señor Chávez se queda”. Advierte que los actores políticos deben saber leer muy bien los resultados de las elecciones del pasado 21 de noviembre si quieren que el país salga de la actual situación
Es una mujer muy activa y ha estado empapada desde de hace ya mucho tiempo en el tema electoral. Cree en el protagonismo de la sociedad civil sin desdecir del papel de los partidos políticos.
Griselda Colina es de las que defiende los espacios conquistados con vehemencia y por ello considera que la presencia de otros factores de la sociedad en el Consejo Nacional Electoral pone el debate político en otro plano.
Asegura que en Barinas se pueden repetir las elecciones “porque la gente votó, porque los actores políticos tenían las actas y tenían cómo comprobar que ganaron. Queda en evidencia que hay grupos que son resistentes al cambio dentro del oficialismo”.
La rectora suplente del CNE sostiene que con el caso Barinas lo que quedó en evidencia fue que “hubo un CNE que no se prestó para ese juego».
«En Barinas han podido decir aquí no hay elecciones, vamos a tener continuidad administrativa, que se mantenga el señor Chávez en el poder y listo», advierte Griselda Colina.
Comunicadora y directora del Observatorio de Comunicación y Democracia llegó puntual a la cita con una sonrisa por delante y, después de un café sin azúcar que sirvió para desacelerar el paso apurado que imponen estos tiempos, comenzamos la entrevista.
-¿Ustedes son cómplices de todas las cosas que podrían calificarse como marramuncias contra el electorado?
-Mira yo creo que los nuevos rectores de CNE asumimos una tarea que sabíamos que era compleja, que era difícil y que iba a traernos muchas críticas. Desde el principio este proceso trajo críticas durísimas, pero yo creo que una de las cosas de las que sí podemos hablar es de la colaboración que hemos tenido nosotros en que el electorado puede mantener confianza en el voto.
-¿Pero lo han logrado?
-Yo creo que sí.
-¿A pesar de lo de Barinas?
-Lo de Barinas es un punto. Tú no puedes sacarlo del contexto, pero también tienes que ser justo en la evaluación y decir aquí hay un proceso electoral que avanzó, hay 24 entidades federales, Barinas es un caso puntual que hay que atacar y hay que abordar, pero también tienes que reconocer ¡caramba! que en ese proceso electoral del 21 de noviembre casi nueve millones de personas votaron.
-¿No es una mancha Barinas? Usted ha dicho que el proceso es el inicio de la retoma de la ruta electoral, pero… ¿Barinas no pone cojitranco ese primer paso?
-Es una mancha. Totalmente de acuerdo. Una mancha grave, pero lo que pone en evidencia, justamente, es que hay otros actores y otras instituciones que no han avanzado en ese camino. Lo que pasa en Barinas sucede porque la gente votó, porque los actores políticos tenían las actas y tenían como comprobar que ganaron. Todo eso queda en evidencia también. Queda en evidencia que hay grupos que son resistentes dentro del oficialismo y que no quieren el cambio, que no están dispuestos a aceptar el cambio.
-Usted habla de resistencia en el oficialismo… ¿hay resistencia del otro bando dentro del camino electoral?
-Para mí en el balance que hacemos del proceso electoral esa es una de las cosas que evaluamos positivamente. En este proceso del 21 de noviembre actores políticos de la oposición, que no habían participado en los últimos cuatro años en los procesos electorales, volvieron a la ruta electoral y eso es algo que también hay que reconocer. Que hoy estén hablando, discutiendo. Evaluando cómo fue su performance. Evaluando cuáles fueron los votos que obtuvieron. Entendiendo lo que les dijo el país. Eso es parte de lo que se logró gracias a esta participación en el proceso electoral del 21 de noviembre.
-¿Están de manos atadas los rectores que no están casados con el oficialismo?
-No me gusta hablar de los rectores oficialistas o los rectores opositores. Yo creo que uno tiene que empezar a reconocer que esto es un cuerpo rectoral que está avanzando de manera coordinada en unas acciones.
-Pero hay diferencias.
-Hay diferencias, pero hay una gestión que tiene que ser por la que nosotros apostemos. Yo puedo tener una posición a favor de una determinada parcialidad política, pero mi gestión como rectora tiene que obedecer a un criterio institucional y eso es lo que estamos haciendo también en el CNE.
-Entonces no están de manos atadas.
-Para nada. Creo que lo que hay es conciencia de lo delicado y de la fragilidad del momento que estamos viviendo. De lo que se ha avanzado también en esa institucionalidad electoral. Esto es un proceso inédito que lo estamos viendo en vivo y directo. Este fue un primer ejercicio, el 21 de noviembre, y se avanzó de manera importante insisto. Muchas de las evaluaciones al inicio seguían hablando de la abstención y sí, la abstención es algo importante que hay que vencer, pero yo creo que en este proceso, no sólo se detuvo la abstención sino que la curva empezó a subir. La gente hoy, el venezolano, está hablando de elecciones.
-Usted habla de que se está quebrando la tendencia a la abstención y habla de los resultados positivos hacia afuera. ¿Hacia adentro del CNE hay también transformaciones en esa institucionalidad en esta nueva gestión?
-Totalmente.
-¿Cuáles son esas transformaciones?
-Como saben yo vengo de trabajar el tema electoral por años y siempre iba a la sede, la visitaba. Trataba de hablar con los rectores. Nada más el ambiente, el clima, cuando tú entras al CNE ya es diferente. La cara de la gente cambió. Una de las cosas que yo reconozco a la presidencia de Pedro Calzadilla es como humanizó ese Consejo Nacional Electoral. Tú sientes que la gente está trabajando a gusto, que sienten que están en una institución que está marcando un cambio en el país.
-¿Se retomó la mística del CNE?
-El CNE no son solamente los rectores. El funcionariado ha estado allí por años y hay que reconocerlo. La gente que más sabe de procesos electorales está ahí.
-Pero hay un poder por encima de ustedes. Tribunal Supremo de Justicia, Contraloría General de República con las inhabilitaciones. Al final tomaron decisiones por encima del CNE.
-Eso es lo que queda en evidencia. Queda en evidencia que también hubo un CNE que no se prestó para ese juego. En otras gestiones del CNE ni siquiera un día hubiese tardado este proceso en darse a conocer. Aquí esto se tardó esta semana porque había una lucha interna también. Porque los actores tenían un conocimiento de los resultados. El TSJ en su segunda sentencia, y eso hay que decirlo, tuvo que reconocer que Superlano ganó. ¡Eso es importante!
-¿Eso solo se debe al forcejeo de Picón y Márquez?
-No. Se debe a la presencia de un grupo que inició un cambio en el Poder Electoral y que están allí, justamente, defendiendo ese ejercicio. Porque ese es un trabajo. Son seis meses que estuvieron trabajando. Vinieron los grupos internacionales. Estuvo la Misión de Observación de la Unión Europea, estuvo el Centro Carter, donde todavía están los ojos del panel de expertos de Naciones Unidas y ellos saben a lo que están siendo sometidos y que están siendo observados.
-¿El panel de expertos de Naciones Unidas está en Barinas observando el proceso en este momento?
-No. Ya todos los grupos internacionales se fueron del país. Se fue la MOE, el Centro Carter y Naciones Unidas, pero todos siguen en contacto. De hecho nosotros hemos tenido reuniones con cada uno de estos actores porque nos parece importante que se entienda esto que explicábamos al inicio: Tienes que evaluar el proceso completo sabiendo que Barinas es una mancha, pero no desdice, no desdibuja, no malogra todo lo que se avanzó en el proceso. Creo que es importante entender que Barinas en este momento está dando una demostración de dignidad. Dice: “aquí estamos y creemos en el voto y esto es lo que nosotros tenemos que hacer para salir, para cambiar esta situación tan trágica que tenemos”.
-¿Usted ve como ganancia para el país que quedó en evidencia que el CNE en su conjunto no se prestó para una trampa?
-Yo creo que sí. Hay que decirlo y hay que explicarlo. Hay que hacérselo ver a la gente.
-¿Son otros poderes los que están torpedeando esa voluntad popular?
-Otros poderes, otras instancias, otros actores quienes se resisten al cambio.
-¿Quiénes se resisten al cambio? Usted dice que hay sectores en el oficialismo pero… ¿A qué cambios se resisten? ¿A perder el poder?
-Yo creo que el oficialismo siempre ha sido muy claro en decir que no quieren dejar el poder. Siempre lo han dicho. Ahora están enfrentándose a una gestión catastrófica. Están enfrentándose a un tema de gobernabilidad. Están enfrentándose a un tema de legitimidad y no les queda otra que abrir espacio. Creo que nosotros también tenemos que entender y en el Foro Cívico somos realistas radicales: hay que asumir la realidad. Aquí la transición que se pueda dar va a ser una transición que permita el Gobierno y esa es una realidad.
-¿Por la vía electoral?
-Por la vía electoral y por la vía de la recuperación institucional, del gobierno compartido. Esto que se está viendo, esto que se está dando por la vía de la negociación. ¿Cuáles son sus motivaciones? ¿Qué le pueden dar como incentivo?
-El oficialismo podría decir vamos a repetir al infinito las elecciones en Barinas hasta que gane.
-Uno tiene que tener memoria. En Barinas han podido decir aquí no hay elecciones, vamos a tener continuidad administrativa, que se mantenga el señor Chávez en el poder y listo. ¿No lo hemos visto? Eso lo hemos visto los venezolanos. Entonces es bueno que estemos avanzando en un nuevo proceso electoral que le permita a los venezolanos expresarse, que además creo que el tema de la indignación que siente el pueblo barinés por esto que sucedió es una parte que nadie está tomando en cuenta. Creo que hoy estemos los venezolanos hablando de elecciones con todos los ojos puestos en Barinas es señal de que avanzamos. Yo conozco a mucha gente que me dice que se quiere ir a Barinas a ver a ver cómo está la elección.
-¿Es irregular la mudanza de Claudio Fermín y de Jorge Arreaza?
-Totalmente irregular, totalmente violatoria de las normas. Es parte de lo que nosotros tenemos que seguir diciendo y de esas cosas que no pueden seguir pasando los procesos electorales. Esos manejos discrecionales a último momento para hacer esos cambios. No es la primera vez, es verdad, pero no podemos permitir que esto suceda y eso es parte de los cambios que tienen que suceder.
-Mirando a Barinas se habla de tener las mismas condiciones para las elecciones. Respecto a la Observación Internacional… ¿van a volver los observadores internacionales para el 9 de enero?
-Para que eso sucediera ha debido el Consejo Nacional Electoral hacer una invitación esta misma semana. Ya estamos entrando en periodo de vacaciones, de diciembre. Ellos incluso han podido mandar un grupo pequeño, pero eso lo veo muy difícil. Lo que estamos haciendo es vincularnos con ellos y decirles que estamos también todos los grupos electorales que hacemos observación de entornos, observación acreditada, que estamos ahí a la orden para darle la información a ellos y ser nosotros sus ojos.
-¿Quiénes van a ser los acompañantes, como lo prevé la ley, que van a estar velando por eso? ¿Quienes van a terminar siendo los ojos de la observación internacional por teléfono?
-Si algo nos demostró la pandemia es como la digitalidad nos permite estar presentes en muchos espacios, como nos permite conectarnos. Ahí está la Red Electoral Ciudadana donde están Cepaz, Voto Joven, el Observatorio Global de Comunicación y Democracia. Está el Observatorio Electoral Venezolano, que ya pidió credenciales para esta elección. Está también la Red de Observación Electoral de la Asamblea de Educación, que también hizo la solicitud de sus credenciales. Hay cuatro grupos de observación nacional que también deberían estar presentes. Eso no quiere decir que no sea importante la observación y los grupos internacionales, pero justamente hay maneras de mantener esos vínculos y de darles la información de primera mano.
Griselda Colina comenta con énfasis la relevancia de la presencia de las misiones internacionales y pone su foco sobre el informe preliminar de Misión de Observación Internacional de la Unión Europea que fue la autorizada por vía excepcional a hacer el trabajo de observación y no solo de veeduría o acompañamiento como lo establece la Ley venezolana.
Luego de leer el informe preliminar de la Misión encabezada por Isabel Santos, señala que «las organizaciones nacionales lo hemos venido diciendo por años, por eso insistíamos en que vinieran estos grupos internacionales. Su megáfono le da volumen a esta situación y a decir: “esto lo vimos nosotros””, pero no es nada nuevo.
-Se va a volver a recibir a la misión de la Unión Europea, porque hasta eso se quedó como en suspenso después de la forma en que tuvieron que retirarse.
-Es lo que está pautado en el Memorándum de Entendimiento que se firmó. En el acuerdo administrativo que se firmó con el Consejo Nacional Electoral.
-¿De qué depende que se honre ese compromiso? ¿No está en manos del CNE?
-Yo lo doy por sentado. Eso va a ser así y no tiene por qué ser de otra manera.
-Va a ser así hasta que se demuestre lo contrario.
-Creo que también se manejó muy mal este tema de la salida de la delegación de la Unión Europea. Ciertamente ellos querían quedarse hasta el 13, pero su visa estaba hasta el 5 de diciembre y tuvieron que entonces adelantar su salida. No fue que los expulsaron. Hablar de expulsión yo creo que además no nos trae nada bueno, porque ellos mismos se sentían incómodos con tener que salir a aclarar que «no estoy siendo expulsado».
-En principio vuelven.
-Tienen que volver por supuesto.
-¿Qué piensa de la más reciente declaración de Josep Borrell?
-Creo que eso es parte de esa diplomacia. Estos son grupos diplomáticos que están viniendo y observando lo que pasa en el país. Creo que ellos se manejan con mucha cautela. A mí me pareció magnífica la intervención de Borrell esta semana en ese consejo de ministros sobre Venezuela, además diciendo que habían recibido a Isabel Santos como jefa de la Misión de Observación.
Colina llama la atención sobre el caso y señala con vehemencia que “eso nunca había pasado, que una jefa de una misión de observación que vino a un país, además a observar unas elecciones que para ellos no eran como las más importantes, porque la Unión Europea no observa elecciones que no sean de parlamentos o presidenciales-. Imagínense y ahí están. Tenemos a Josep Borrell hablando de que acompañará a los venezolanos y que van a insistir en este camino desde solución pacífica y de recuperación de la ruta electoral. Eso para nosotros es muy importante”.
-¿Es viable el revocatorio del próximo año? ¿Lo han conversado?
-Hay grupos que están desde mediados de año hablando de revocatorio, de esta posibilidad. Yo creo que lo primero que uno tiene que decir que sí, que eso es un derecho que está planteado en la Constitución. A mí me parece que es importante también evaluar el contexto en el que se dé. Creo que este proceso electoral deja en evidencia que hay situaciones que hoy en día uno tiene que cuidar.
Colina hace solo una pausa para meterse en el tema y sentencia: “Hay que decirlo honestamente y claramente a la gente: No hay una ley de revocatorio. Yo creo que hay que acordarse cómo fueron los revocatorios anteriores. Salen reglamentos que ponen cosas que tienes que hacer; ahora vas a poner la firma de azul, en rojo, de amarillo. Hay que tener las reglas del juego claras. No hay que someter a la gente, al pueblo venezolano a un proceso que le genere frustraciones. Hay que entender la realidad. Saber en qué juego se están metiendo.
-¿Qué significa entender la realidad a la hora de activar el revocatorio?
-Entender la realidad política que quedó en evidencia después de este proceso electoral. Con qué cuentan los actores políticos.
-Que puede haber una decisión del TSJ… por ejemplo.
-No, al contrario. Creo que esto tiene que ser una decisión como cuando tú dices: ¿puedo comerme este plato de comida? Si tengo mucha hambre me la juego, pero tengo que ver si tengo la capacidad. Me refiero a la capacidad de los actores políticos para avanzar en ese revocatorio.
-¿Tienen previsto renunciar? ¿Han pensado en renunciar? ¿Hay una campaña contra ustedes para que renuncien?
-Eso es parte de las dinámicas a las que estamos siendo sometidos. Yo lo primero que tengo que decir es que si nuestra renuncia sirviera para cambiar esta situación en la que estamos nosotros observando, que nadie dude que nosotros renunciaríamos. Yo creo que en este momento lo peor que nosotros podríamos hacer es abandonar un espacio que ganamos y en el que estamos, en el que seguimos luchando y seguimos comprometidos. Aquí nadie, ninguno de los que se metió en este proceso lo hizo sin conciencia. Hay conciencia plena y hay un compromiso.
-Hablando de ese compromiso… una de las observaciones de la Unión Europea se refiere a que el CNE no tiene la capacidad de sancionar a nadie. ¿Cómo resolver eso después del 9 de enero para garantizarle a la gente que haya mejores condiciones electorales?
-Cuando hablamos de la capacidad sancionatoria de la administración electoral allí también está una de las deudas pendientes. El tema de los ilícitos electorales no se ha desarrollado. Hay muchos de los temas que están quedando. Hay que ver cómo usamos 2022 a 2024 para discutir las leyes, para hablar de los temas.
-Pero el mismo CNE sancionó una vez a Chávez. Hoy uno no se imagina a este CNE sancionando a Maduro y a ningún otro.
-Claro que lo puede sancionar. Pero hay que tener clarísimas las reglas y tiene que estar todo bien establecido. Hay que tener claro cuáles son los ilícitos electorales. A qué se define como un ilícito. Qué define la ley.
-¿Está claro ahora?
-No está claro. Es parte de la discusión que hay que dar. Lo ideal es que se cumpla, que se cumplan las leyes porque nadie quiere sancionar.
-¿Perspectivas para el próximo año? El revocatorio si las fuerzas políticas lo activan… ¿qué más?
-El revocatorio. Además discutir todo el tema de la normativa legal vigente en materia electoral. Hay vacíos en la ley que deben discutirse. Hay que afinar también el tema de la paridad de género. No es un tema solo del CNE, le toca a los partidos políticos entender la fortaleza que tienen y que están dejando de lado al no postular mujeres como candidatas en los cargos de elección popular. Nosotros estamos viendo como en este proceso electoral los cargos quedaron peor que en la elección de 2017. Eso es un reto. El tema de las elecciones de cargos indígenas. El tema de la proporcionalidad, de la representación de las minorías. Son tantos temas que nos toca discutir y eso que no estoy nombrando un tema que es dificilísimo, es durísimo para nosotros: el voto de los venezolanos en el exterior. Eso no se resuelve en dos días y eso no lo podemos hacer nosotros solos, se requiere participación de grupos internacionales, Naciones Unidas, el panel de expertos. La función internacional puede ser de mucha ayuda para los venezolanos que están fuera. Primero a recuperar su identidad y después recuperar sus derechos políticos como una constante. Hay buscar acuerdos para que los venezolanos que están fuera puedan ser parte del Registro Electoral. Que se registren y que puedan votar.
-¿Qué va a pasar con los partidos políticos que están ilegalizados o que no han logrado formalizarse. Hablamos de organizaciones que siempre dicen no los han reconocido. ¿Eso va a cambiar el próximo año? ¿Es una carta al Niño Jesús?
-El pluralismo político es uno de los temas en los que hay que seguir trabajando en el CNE. Dentro del CNE hay disposición plena, no solamente a dar esa discusión sino también a promover a lo interno de los partidos la renovación de sus directivas. Aquí hay muchos partidos políticos de todos los espectros que no han renovado su directiva. Vamos a convocar a las bases, vamos a hacer esos procesos de democracia interna de los partidos políticos. Creo que eso es parte de lo que nosotros estamos dispuestos.
-Pero ha habido presiones para que a algunos no se les apruebe y eso ha quedado evidenciado en declaraciones incluso de los rectores principales.
-Totalmente. Es que yo creo que no podemos dejar de reconocer en qué situación estamos. En qué país estamos. Estamos con un régimen autoritario, esta es una realidad. Pero también en el que ese régimen autoritario está abriendo pequeños espacios, pequeñísimos espacios. Un régimen autoritario no te va a decir mira aquí tengo la cabeza para que me la cortes. Eso no va a pasar. Lo que va a pasar es decir cómo vamos a hacer para promover una convivencia democrática. El Padre Ugalde decía en una entrevista que hay que promover la convivencia democrática y la convivencia democrática tiene que permitir que existe el chavismo. El chavismo tiene que existir. Las oposiciones, los chavismos. Todos tienen que existir y tienen que convivir pacíficamente en un país con reglas democráticas claras.