El consultor sentencia que el candidato que surja de la primaria debe ser inclusivo y moderado, para que tenga posibilidades de triunfo. Además indica que es indispensable un mensaje de futuro y alegre. Al hablar del chavismo indica que lo ve organizado electoralmente, pero “desafortunadamente salió del hogar de los venezolanos”
El tema económico y la supervivencia son las prioridades de la población en este momento, de allí que el político que quiera conectar con la gente debe enfocarse en estos temas sostiene Pablo Quintero, politólogo, analista y experto en comunicación política.
Indica que la primaria opositora le impone el reto a los partidos de movilizar al voto duro y su militancia «porque el voto espontáneo no puede ser la base de la participación en una elección de este tipo».
El consultor llegó puntual a nuestra cita y luego de un café conversamos sobre la coyuntura opositora y cuando mira hacia el chavismo lo ve «cohesionado» en el ámbito electoral, pero adoleciendo de la misma desconexión con la gente que padece la clase política venezolana.
-¿Cuál debe ser el foco del discurso político?
-Lo económico. La economía es la base central del hogar venezolano. No es la política no es el entretenimiento, no es un concierto, no es una tienda nueva.
-¿Eso solamente es la base de la conexión?
-El discurso tiene que hablar más de futuro, de reencuentro, de esperanza. Ni los tristes ni los amargados ganan elecciones. Los procesos electorales son muy emocionales y los votantes se identifican con aquel candidato que le transmita lo que siente la gente.
-¿Las primarias pueden ser una posibilidad para generar una alternativa al poder instituido?
-Las primarias tienen que servir el plato para unas elecciones presidenciales. Tienen que ser un ejercicio de organización de la oposición para arrastrar el voto, movilizar el voto, emocionar con el voto. Deber ser una gran movilización antes de las elecciones.
¿Con políticos desconectados eso es posible?
-Es complicado porque la gente esta desilusionada, no solo de los políticos sino también de los partidos. Está desilusionada de los errores que se cometieron en el pasado por sectores extremos radicales y populistas que no entendieron la lectura electoral. Venezuela culturalmente es un país electoral. El voto está en el ADN del venezolano.
En su argumentación Quintero hace énfasis en el peso del camino electoral y sentencia que «el voto es la herramienta civil por excelencia y la más económica. Nadie quiere enfrentarse a las armas, nadie quiere enfrentarse a un Gobierno que ha demostrado que es capaz de usar la fuerza. La oposición debe sumergirse en el debate de cómo recomponer el voto».
«Hubo sectores que propusieron salidas militares, TIAR, R2P, invasiones. Que prometían los marines, todas las opciones encima y debajo de la mesa, va a llegar la pizza a Caracas, la operación policial de extracción el uso de la fuerza. Ellos intentaron convencer al ciudadano de que esa era la única alternativa y que el voto era imposible. Ahora vemos a esos mismos sectores con candidatos a la primaria», señala el consultor político.
-Eso puede ser un aprendizaje. ¿Es una táctica política?
-Es una jugada táctica, pero necesita mucha reflexión. Quienes hacen esa jugada no entienden que para que haya un cambio político en Venezuela tienes que conciliar hasta con sectores radicales porque nadie gobierna solo. Necesitas al chavismo para tener estabilidad. Si llegas al poder tienes que conciliar con colectivos, con el ala militar. Nadie llega al poder solo. Y el que llegue al poder tiene que ser inclusivo, no se puede gobernar solo para los que son como tú.
-¿Esto es plomo en el ala para unas primarias en los términos planteados?
-Sin duda. Desde el punto de vista de la opinión pública las primarias no le llegan a la gente. La gente en la calle de lo que habla es de empleo, economía, de la nevera, de la comida, de la educación, de la luz y del internet. A la población hiperpolitizada, los periodistas, analistas, investigadores la sociedad civil y los actores políticos, le hace ruido esta situación de vamos a votar con múltiples candidatos. Candidatos que antes eran radicales ahora son moderados… y uno se pregunta: ¿Por qué no lo fueron antes? ¿Por qué son candidatos que son el todo o el nada? María Corina Machado no ve dentro de sus propios aliados, que son la oposición, una posibilidad de consenso, lo que ve es una aplanadora.
-¿Cuál es el escenario entonces? ¿Podrá la primaria tener una participación lo suficientemente alta para legitimar al electo?
-Es parte de la tarea. En cuanto al volumen de participación la oposición no tiene los números para arrasar en unas primarias y las condiciones del país son completamente distintas al escenario donde fue electo Capriles en 2012. Hay una economía débil, una sociedad desilusionada, desmotivada, atendiendo sus asuntos de supervivencia. Una sociedad que no entiende lo que pasa en política y lo único que entiende es que para vivir tiene que ganar en dólares. Es un reto desde el punto de vista numérico, desde el punto de vista electoral. Arrastrar el voto conlleva una organización política lo suficientemente grande que el G4 no la tiene en este momento.
-Entonces las primarias… ¿Son un salto vacío? ¿Usted está diciendo eso?
-¡No! Necesariamente hay que pasar por allí para darle legitimidad al candidato que va a enfrentar a Nicolás Maduro, pero hay una cantidad de riesgos que la oposición tiene que afrontar y decidirse a correrlos.
-¿Cuáles son esos riesgos?
-Uno: Organización político electoral. Ir a una primaria no es una campaña de aire y mandar a votar. Tienes que arrastrar el voto militante. En una primaria el voto espontáneo no es el principal fuerte. Las primarias son votos de arrastre, voto de partido. Hay gente que votará de forma espontánea, pero no será la mayoría. La primaria será un termómetro para medir la la organización de la oposición de cara a la elección presidencial.
Como segundo punto indica el tema de las comunicaciones. «La oposición no puede seguir contradiciéndose ante la opinión pública en declaraciones que terminan afectando su ruta electoral. O vamos y votamos todos o no vota nadie. La gente común no puede entender cómo hay candidatos que hablan de diálogo, de consenso, de negociación, y por otro lado hay candidatos radicales que condicionan la participación del CNE. Candidatos que plantean que con el chavismo no se puede dialogar a estas alturas. Tiene que haber organización, coherencia y un candidato único que salga de esas primarias».
-¿Habrá más candidatos?
-Van a haber otros candidatos independientes y no podemos hacerlos a un lado. Dentro de los partidos más grandes del país debería salir un candidato único. Ese ganador de las primaria debe ser apoyado por el resto. Tiene que existir un acompañamiento al candidato ganador.
-¿Usted cree que el CNE va prestarle ayuda a un proceso que ayude al desalojo del oficialismo de Miraflores?
-El oficialismo va a medir el costo político que implica hacer las primarias con el CNE, desde el punto de vista numérico. El oficialismo es muy bueno con el manejo de la data porque la tiene. La oposición no tiene la capacidad técnica ni logística para manejar esa información.
Señala un escenario complicado para los opositores porque el oficialismo «va a ver con mucho cuidado la posibilidad de hacer las primarias con el CNE, pero por otro la oposición no tiene la capacidad logística ni los recursos para hacer una elección primaria sin el CNE».
«Eso requiere una gran organización, recursos una campaña de comunicación con todos los actores y la gran pregunta: ¿Dónde votaría por su candidato si no es con el CNE? Hay que decir dónde. Si es en una panadería, en la farmacia, en la iglesia. Esas son preguntas hay que responder», señala Quintero.
-Las encuestas dicen que los mejores posicionados son María Corina Machado, Manuel Rosales, Henrique Capriles y El Conde del Guácharo, Benjamin Rausseo. ¿Qué piensa de esos resultados?
-Cualquier candidato debe tener un discurso integrador y conciliador.
-¿Esas son las características del candidato ideal?
-Ese debe ser el candidato real, no de ficción. El discurso puede ser una herramienta movilizadora, pero la realidad es que en cuanto a los escenarios reales, el que gane una primarias tiene que amalgamar el voto, incluso con el que piensa distinto. Tiene que ser moderado y que le hable al chavismo descontento. A esos que votaron por Chávez y que están molestos. Debe tener capacidad de congeniar con todos los factores políticos incluyendo al chavismo. El candidato que gane las elecciones debe sentarse con todo el mundo, no solo con los que piensan como él. Tiene que tener la humildad para reconocer que solo no puede gobernar.
-¿Venezuela necesita un outsider?
-No necesariamente. Eso no está en la mente de la gente. Hay venezolanos que no saben lo que es un outsider. La gente no está pendiente de la política. Hay quienes no sabe quien María Corina Machado, pero hay venezolanos que sí conocen al Conde del Guácharo porque se rieron con un chiste de él. La gente que no está política puede pensar que el outsider es una vaina del béisbol o algo en el fútbol. No es sencillo.
-¿Hay condiciones para un outsider?
-¡Es que no hay outsider!
-Las condiciones de están lo que no hay es el nombre.
-Las condiciones se perciben en el ambiente. Hay discursos “outsiders” pero no hay outsider. El que parece, ya ha estado en política, por lo tanto no lo es. Outsider es alguien que jamás ha optado por un cargo público, o que venga de la sociedad civil. Solo hay comportamientos outsiders diseñados tácticamente para tratar de amalgamar el voto.
-¿Quiénes son?
Benjamín Rausseo, se comporta como outsider porque para él es estratégico utilizar ese discurso para captar lo que está en el ambiente. María Corina Machado se comporta como outsiders, pero no lo es.
-Pero lo que le aplauden a María Corina Machado es un comportamiento coherente.
-No podemos beatificar la coherencia. Eso debe ser lo normal. No solo en política, en la vida cotidiana. María Crina Machado no es coherente porque hace menos de dos años prometió una salida por la fuerza, envío de tropas militares y hoy quiere ser candidata bajo sistema que considera autoritario, ¿Con qué se come eso?
–¿Cómo ve al chavismo?
-Está organizado pero debilitado en sus bases. El chavismo ha perdido la conexión y la sensibilidad con la gente que está pasando hambre y trabajo en Venezuela. La dirigencia del chavismo se ha metido en una burbuja.
Señala que «el oficialismo no es monolítico. Hay pugnas internas entre radicales y moderados. Desafortunadamente el chavismo se ha salido del hogar venezolano. Ha perdido la humanidad. No ha sido empático con la gente pasa trabajo. A la nomenclatura del chavismo no se le va la luz, ni el agua. Hay una desconexión con la gente, pero electoralmente está organizado.
-Esa debilidad no puede ser capitalizada por la oposición.
-Deben identificar las debilidades del chavismo
-Pero… usted las está enumerando.
-Lamentablemente la oposición está pendiente de resolver sus debilidades y no ha sido estratégica para ver la debilidades del chavismo en el terreno y se enfrasca en sus egos y sus problemas de autoestima.
-¿Cómo se construye esa posibilidad de capitalizar las debilidades del chavismo?
-Se construye pateando calle, estando con la gente y no con las élites políticas.
-Pero un candidato de los partidos tiene ese lastre.
-Sí. Pero es que no se ha estado cerca de la gente. Los partidos han cometido tantos errores que la gente los ve como un vehículo para ir atrás y no para adelante.
Finalmente Pablo Quintero señala que el candidato que confronte a Maduro en las próximas elecciones «debe ser moderadoo y conciliador, con capacidades para gobernar y tiene que tener solvencia discursiva que vaya más allá de un eslogan».
