El coordinador del Fadess fustigó las divisiones en el movimiento obrero: «No puede ser que un día se hagan dos acciones sindicales simultáneamente, cada uno con un grupito para aparecer como líder del movimiento. Se trata hoy día de que estemos todos juntos»
Haber estado presente en las decenas de protestas que los trabajadores venezolanos hicieron en 2022 permite al dirigente Dick Guanique analizar cómo fue el año y qué esperar para 2023. El coordinador nacional del Frente Autónomo en Defensa del Empleo, el Salario y el Sindicato (Fadess) insiste en que la unidad es un elemento clave para las organizaciones.
-¿En qué condiciones llegamos al cierre del año?
-Para hacer una evaluación de este año hay que verla desde varias perspectivas. Si lo vemos desde el punto de vista de recuperación de derechos y situación económica, tendríamos que concluir que culminamos en una situación paupérrima en relación con la recuperación del poder adquisitivo. Si en algún momento los trabajadores lograron conquistar 130 bolívares al mes, eso se esfumó definitivamente, porque pasamos de 1,5 dólares a 28 dólares al mes, pero terminamos el año con menos de 9 dolares mensuales. La política de devaluación del gobierno ha sido brutal, y la inflación siguió su proceso de crecimiento. Ya está en tres dígitos y no dudamos de que culmine en más de 180%. Eso destruyó totalmente el salario, y eso significa que la situación de hambre, pobreza y miseria de la mayoría de los trabajadores venezolanos sigue estando presente.
-¿En algún momento hubo un cambio?
-Es indudable que durante un periodo de dos o tres meses hubo un respiro, como consecuencia del incremento del salario en el mes de marzo. Hubo un respiro y eso le sirvió al gobierno para generar la matriz de que habíamos vuelto a la normalidad, pero el final del año nos indica que no volvimos a la normalidad. Los economistas dicen que el gobierno logró controlar la hiperinflación. Aquí hay inflación hasta en dólares. La burbuja que se creó de que habíamos vuelto a la normalidad este fin de año demuestra que no, y que la situación de hambre y miseria se mantiene.
-¿El empleo?
-El empleo que creció es el no protegido, la economía informal subió considerablemente. Los trabajadores que hacen trabajo formal también se convirtieron en trabajadores informales, cumpliendo doble jornada de trabajo para cubrir necesidades económicas. No se reactivó el aparato productivo, no se produjeron inversiones grandes, y la economía venezolana, aunque algunos economistas dicen que creció, yo pongo en duda esa cifra. Lo que creció es el hambre y la miseria del pueblo, aunque es posible que las arcas de sectores económicos y empresariales hayan crecido.
-Usted habló de varias perspectivas.
-Los trabajadores nos hemos mantenido en resistencia, hemos luchado por la recuperación de nuestros derechos conculcados, por el incremento salarial. Ha sido positivo el año desde esa perspectiva. Ha habido maduración en las bases de los trabajadores, que han buscando construir un proceso de unidad, una sola consigna, una sola estrategia que permita lograr victorias.
-¿Pero qué lograron?
-Logramos siete eventos nacionales. Encuentros de trabajadores, mantener la lucha por los derechos, la necesidad de hacer un congreso de trabajadores con un plan único de lucha fue un gran logro en este proceso. También hubo conquistas parciales. Los educadores lograron que les pagaran el bono vacacional, y eso fue un éxito. Eso elevo la confianza, la fuerza y la comprensión de que todos juntos es posible obtener victorias; aunque parciales, victorias que fortalecen el movimiento. Eso nos presenta una posibilidad para 2023, para que podamos enfrentar las necesidades por las que, comenzando enero, tenemos que luchar.
-¿Luchar para qué?
-Para recuperar el salario es necesaria la movilización de los trabajadores y elaborar un plan que nos unifique a todos. Reunir a todos aquellos que hicieron esfuerzos en los estados por construir una fuerza interna local o regional, hacer una reunión nacional para trabajar en la realización de un congreso de trabajadores el próximo año. No tenemos fecha, pero tenemos el compromiso de que en 2023 habrá un congreso de trabajadores del cual saldrán líneas y orientaciones para continuar las luchas por el rescate de los derechos de los trabajadores.
La unidad, la falta de ella, no falta en el análisis de Guanique. «Hay factores del movimiento sindical que se mantienen en posiciones sectarias y antiunitarias, que acompañan las políticas antiobreras del gobierno. El mensaje para ellos es que es necesaria la unidad, la conversación, el acercamiento; que hagamos un plan único de lucha. No puede ser que un día se hagan dos acciones sindicales simultáneamente, cada uno con un grupito para aparecer como líder del movimiento. Se trata hoy día de que estemos todos juntos.
-¿Son las mismas banderas?
-Son las mismas banderas de lucha pero hay demasiado ego, demasiado espíritu hegemonicista. Si todos estamos por recuperar el salario, ¿por qué no podemos marchar juntos? Sentémonos, conversemos, pongámonos de acuerdo, dejemos las diferencias a un lado y sentémonos a ver las necesidades de los trabajadores.
-¿Qué hará Fadess?
-Nos comprometemos a conversar con cada uno de los factores que han adoptado esas posiciones para persuadirlos. Es necesario que marchemos juntos. Es nuestro compromiso ante los trabajadores.
-¿Cuál es el horizonte común?
-En el pleno metropolitano de trabajadores, donde se formó la coordinadora metropolitana de trabajadores en lucha, establecimos un plan de acción y un pliego de peticiones, como igual salario para trabajadores, jubilados y pensionados. Esta consigna nos involucra a todos, así como la necesidad de recuperar la contratación colectiva. la necesidad de la renovación de las autoridades y de las organizaciones sindicales. También, la libertad de los trabajadores presos y de los presos políticos que hay en el país. Tienes cuatro elementos comunes para todos, todos están luchando por lo mismo. ¿Por qué no podemos trabajar un plan común en función de movilizaciones, acciones, reclamos de manera conjunta? Es una base para que podamos conversar. Si algunos factores se han sentado con el gobierno sin planes, orientaciones ni apoyo de las bases, sin dar a conocer los objetivos de ese dialogo, ¿por qué dentro del propio movimiento sindical no podemos ponernos de acuerdo? Reflexionemos sobre el tema. En la coordinadora metropolitana estamos abiertos a ese diálogo, en la idea de llegar a acuerdos.
-¿Cuál es el ajuste salarial real?
-Una de las cosas a señalar es la postura de los patronos privados en el país. Si ayer los patronos se opusieron al régimen, a las políticas económicas, se vieron afectados porque el gobierno de Chávez y Maduro lanzó una política de expropiación de empresas, hoy los patronos so los principales voceros del régimen, porque han promovido una política económica desfavorable y antiobrera. Algunos la definen como neoliberal. Ellos han venido proponiendo una ley de emergencia laboral que pocos conocemos. Solo hemos oído algunas propuestas a través de los medios, que rechazamos. Rechazamos la política de bonificación del salario. Rechazamos la ley de zonas económicas especiales, porque también viola la ley del trabajo y la Constitución. Los trabajadores que se involucran en esa ley solo tendrán salario. Creemos que el diálogo de manea tripartita que se ha realizado, y que incluso se constituyó una comisión, para lo que ha servido es para congelar cualquier incremento. De marzo a esta fecha no hemos tenido incremento, y no sabemos en qué momento podrá producirse un anuncio de aumento salarial. La comisión ha servido para justificar que no se produzca ningún tipo de aumento, porque hasta ahora cualquier ajuste está en estudio. Eso ha perjudicado a los trabajadores; lejos de beneficiarlos, no ha habido forma de recupera el poder adquisitivo.
-¿Qué es lo realizable en una negociación?
-Es necesario que se discutan las contrataciones colectivas para que los trabajadores tengan protección. Que se elabore una política de recuperación del aparato productivo para que se incremente el empleo y la oferta de productos, porque una de las cosas que perjudica es que no hay una oferta. Un salario básico para el trabajador pudiera girar, con estas dos propuestas para un trabajo decente, de 400 dólares al mes. Esto no resuelve la canasta básica, no resuelve la seguridad social, no significa que estamos limitando la lucha por el articulo 91; simplemente es un avance que permita paliar a los trabajadores la situación de hambre y miseria. Menos de 9 dólares al mes no alcanza para nada. Es necesario que haya algún complemento para que el trabajador tenga mejores condiciones.
-¿Qué se proponen hacer diferente en 2023?
-No hemos discutido las acciones que vamos a realizar. Tenemos prevista para el 6 de enero una reunión de la coordinadora metropolitana, para discutir un plan de trabajo para 2023. Lo vamos a discutir.
-¿Puede hacer más la OIT?
-La OIT siempre será un organismo mediador, que intervendrá en la búsqueda de soluciones. Creemos que la OIT ha podido hacer más, convocar a otros factores sindicales que no estamos confederados; ha podido escuchar nuestra opinión. Ha podido presionar en función de los trabajadores presos. Llama la atención que Gabriel Blanco, de ASI; Emilio Negrín, dirigente de Codesa, de instituciones que participaron en el diálogo con la OIT, todavía se mantengan presos. Nos parece que la OIT se quedó corta en la exigencia, y también se quedaron cortas las organizaciones sindicales que están en el diálogo. Han podido tomar medidas más serias y responsables con los trabajadores. No les diría retírense del diálogo, es una decisión propia, pero que no hayan tomado otro tipo de acciones para garantizar que esos compañeros regresen a sus casa nos parece que fue insuficiente. ¿Por qué la OIT tiene que retirar las conversaciones a la isla de Margarita, lo que impide la intervención de quienes no estamos en esas conversaciones? Es una actitud de alejarse de las necesidades de los trabajadores y de las bases de los trabajadores.
-¿Piden que cambien la sede?
-Creemos que las discusiones deberían hacerse en Caracas. Debería dársele mayor participación a otros factores. No propongo asambleas de diálogo, pero sí conocer nuestras propuestas, informar las líneas que llevan, su estrategia, por qué se mantiene el diálogo en secreto de las bases de los trabajadores? Son cosar que pueden hacerse públicamente, y así a lo mejor logran el apoyo de la base de los trabajadores.