Lo sucedido el 6 de diciembre “demostró que el cese de usurpación está en el corazón y en la cabeza de los venezolanos”. Insiste en la continuidad administrativa de la AN de 2015: “Si no hay una elección legítima y legal esa institución tiene continuidad administrativa”
Legalidad y legitimidad son dos palabras que cobran nueva fuerza en Venezuela por dos hechos políticos reales: elecciones parlamentarias y consulta popular. Carlos Fernando Calatrava, profesor de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), afirma que Maduro “acabó con el capital político de Chávez”, que “la fulana rebelión de las regiones era mentira”, que los venezolanos quieren un cambio político y que “el evento que ocurrió el domingo no es legítimo ni es legal”.
No es legal “porque fue convocado a espaldas de la Ley Orgánica de Procesos Electorales, violando la Constitución de la República”; para ello el TSJ le dio al CNE la facultad de legislar sobre procesos electorales, facultad que no le compete, y crear la circunscripción nacional. “Lo del domingo, que no sé si fue un simulacro o unas elecciones primarias del PSUV” no fue legal, reitera Calatrava.
También es ilegítimo “porque es un proceso que nació muy mal, tan mal como pudo haber sido la designación de Luis Parra como presidente de la Asamblea Nacional en enero”, “malas acciones generaron “un proceso que nació torcido, gravemente dañado” y que fue ilegítimo porque “no respeta la soberanía popular”.
-Pero por la vía de los hechos va a asumir el 5 de enero.
-Va a ser un Parlamento que en términos efectivos será igual o peor que la asamblea nacional constituyente.
-¿Por qué?
-Entiendo que el CNE habla de un 29% a 31% de convocatoria, entiendo que los diputados actuales hayan hablado de 16% o 17% de participación, pero te puedo decir, con toda la responsabilidad del caso, que ambas cifras no son ciertas.
-¿Cómo sabe usted que no son las ciertas?
-Cuando estamos en estos procesos y hacemos la estimación de los posibles votantes que participan, una cosa es lo que nos dicen los números y otra cosa es lo que logramos relacionar con la realidad de los centros electorales. A las 11:30 o 12 del mediodía sabíamos todos que la participación estaba rondando 3,5% o 4% del Registro Electoral y que si hacíamos una proyección podíamos llegar a 8%, u 8,7% total. Eso se correlacionaba con la realidad: centros electorales desiertos, funcionarios electorales durmiéndose en las mesas, más milicianos en la calle que electores. Con toda la responsabilidad del caso asumo, y pudiera discutir con el propio CNE, que la participación fue de un dígito, 8%.
-¿De dónde salió lo demás?
-Ahí entra la condición fraudulenta, ahí está la consideración asociada con el no respeto de la ley de procesos electorales, con una tecnología electoral que fue inauditable. Si analizamos un poquito el movimiento que han tenido las redes sociales, anoche (martes) Luis Parra estaba fuera de la lista y hoy ( miércoles) aparece con un movimiento similar al cambio de centro de Nicolás Maduro.

-¿Lo ve como una componenda?
-Eso te reitera el carácter ilegítimo y el carácter ilegal. Un Parlamento en esas condiciones legislará quién sabe para quién. Uno podría decir, como en 2005, que era Parlamento que legislaba para los que apoyan a Chávez. Ocurrido lo que ocurrió el domingo, con una participación de un dígito, está legislando para la élite gobernante del régimen venezolano. Nuevamente estamos viendo un grupo fracturado dentro de la coalición de gobierno, que no pudieron tener siquiera un carácter orgánico para movilizar a su propia gente. Esto ni siquiera va a lograr la tan ansiada aspiración de Nicolás Maduro de controlar el Parlamento para lograr el reconocimiento del refinanciamiento de deuda y el ingreso al exterior, que te pide la aprobación del Parlamento. Los grandes acreedores de Venezuela, los países de Europa y EEUU desconocen la elección y desconocen el resultado.
-¿No resuelve el problema económico?
-Nada. Y mucho menos el problema político. Evidentemente que si no se resuelve el problema político y económico, mucho menos lo social. Una sociedad que está hastiada y cansada, un país que está harto de hambre, que está harto de miseria y de vivir mal. Un país que encontró que mientras los procesos electorales sean fraudulentos no resuelven los problemas del sistema político venezolano. El mecanismo de control social se derrumbó, porque el cuento de las cajas CLAP, el carnet de la patria, los bonos y todo aquello en 2018 (elecciones presidenciales) la participación no fue la que anunció el CNE, realidad fáctica de los centros de votación y los números. Lo del domingo demostró lo mismo: Eso de que no se va a resolver nada en Venezuela porque hay un pueblo con hambre y con el carnet no es, porque si no los votos estarían cercanos a 9 millones.
-Otra pata del conflicto es la consulta popular. Con base en ese razonamiento no sería ni legal ni legítima.
-Sí es legítima.
-¿Por qué?
-Porque está sustentada en el artículo 70 de la Constitución, que nos habla de mecanismos de participación popular. Lamentablemente del año 1999 para acá no tenemos la ley de la consulta popular, no tenemos la ley de la participación ciudadana que regule estos mecanismos.
La consulta “constitucional es y legal es”, pero “el gran problema que tenemos con la consulta es quién ejecuta la decisión del sí o del no”.
Calatrava estima que lo sucedido el 6 de diciembre “demostró que el cese de usurpación está en el corazón y en la cabeza de los venezolanos”, y es ahí “donde cesa la usurpación de verdad, verdad: en la cabeza y en el corazón de la gente”, porque eso es lo que anima a la ciudadanía a expresarse.
Sobre la tercera pregunta de la consulta, analiza que es una “ratificación popular de la solicitud que hizo Guaidó a la Asamblea de Naciones Unidas este año”, con la activación del principio de la responsabilidad de proteger.
“El cese de la usurpación, en la ciudadanía, ya está, y lo demostró el domingo. La emergencia humanitaria compleja: ¿Quién instrumenta? Y la tercera pregunta claramente es que la AN, como va a tener continuidad…”

-¿Cómo va a tener continuidad? Esto es difícil de entenderlo. Parece que vamos a una crisis peor.
-Vamos a una crisis más dura. No diría peor, porque tocamos el foso hace tiempo. ¿Por qué hay continuidad institucional? Una autoridad legítimamente electa solo puede ser sustituida por una autoridad legítimamente electa. Eso quiere decir que la AN electa en 2015, en la que votamos 15 millones de personas, nace con una profundísima carga de legitimidad y de legalidad. La AN que debía funcionar de 2021 a 2026 debería ser electa en condiciones iguales o mejores.
En consecuencia, explica, “si no hay una elección legítima y legal esa institución tiene continuidad administrativa” hasta que haya comicios con condiciones. Ese principio, insiste, fue el que aplicó “Luisa Estela Morales (expresidenta del TSJ) cuando Hugo Chávez no se presentó a la toma de posesión del año 2013”. Es decir: “Hay una continuidad administrativa, no puedes dejar a un poder de base legítima y popular sin actores legítima y popularmente electos. Entonces la AN electa en 2015 continúa en funciones”.
Lo que se instalará el 5 de enero en el Palacio Federal Legislativo, alega, “va a ser peor que la constituyente” porque “ni siquiera le va a resolver al régimen la firma de deuda, préstamos, la política de privatizaciones de la ley antibloqueo que también es ilegal e ilegítima”.
A su juicio, “cualquier acción que haga Maduro apoyado en esto que sale de lo que ocurrió el domingo no va a resolver lo político ni lo económico, y tampoco lo social”.
-No todo el que no votó el domingo 6 de diciembre le está dando un cheque en blanco a Guaidó.
-Así es. La usurpación cesó en el corazón de los venezolanos, que es la que importa, porque para un proceso tan duro como el que hemos vivido en Venezuela eso es lo que hay que ganar; el corazón y la razón de la gente. Si estuviera en los zapatos de la dirigencia del PSUV estaría sumamente preocupado. Lo segundo: tenemos que ver los números que va a reportar la Consulta. Pero hay un elemento sintomático: las aplicaciones que están usando, sobre todo Telegram, está trancada por el uso masivo. Pero hay un grupo de venezolanos que no están con uno ni con otro, “que se vayan todos”.
Este grupo, advierte, “es el caldo de la antipolítica”, que llevó al ascenso de Hugo Chávez a la Presidencia. “Capaz la antipolítica no la terminan ganando las Fuerzas Armadas” porque no están en el corazón de los venezolanos, pero sí, los empresarios. Podríamos tener “una antipolítica burocrática”, buscar un hombre de la empresa privada para que gobierne “y ahí están los desastres que han ocurrido en el mundo”. Cita los casos de Martinelli en Panamá, de Macri en Argentina y de Fujimori en Perú.
-¿Estaríamos a puertas de algo así?
-No, pero sí hay un grupo que hace mucha bulla en redes sociales, el grupo que pide una invasión en Venezuela.
-¿La consulta no está buscando eso?
-No. El principio de la responsabilidad de proteger viene como consecuencia de la guerra de los Balcanes, donde la comunidad internacional no tenía mecanismos para intervenir.
Lo sucedido, más la tragedia en Ruanda, obligó convertir la protección en un deber, puntualiza el docente.
-¿Cómo se materializa en el caso venezolano?
-Es la primera vez que se aplica. Venezuela no está pidiendo una guerra, Venezuela no está pidiendo una guerra civil expresa, Venezuela no está exigiendo la invasión de una fuerza militar ni los Cascos Azules. Por eso, al grupito de radicales de las redes sociales yo siempre les respondo que Haití tiene 15 años con una misión de los Cascos Azules. Eso tampoco es garantía de que vamos a resolver los infinitos problemas.
Calatrava considera que la ausencia de electores el 6 de diciembre fue un acto de resistencia civil de la ciudadanía y que la consulta “está demostrándose como una continuidad de ese mismo acto de resistencia civil”. Lo que puede suceder es que eso se transforme en energía y en cambio.
“Viene un proceso muy largo, porque es desmontar lo que hay, reinstitucionalizar el país” y resolver los problemas.
-¿Cómo queda el chavismo, el madurismo, que no se siente representado en Maduro ni en Guaidó?
-Ese país chavista que tiene como referente a Hugo Chávez debe tener claro que los tres pilares en los que descansó Hugo Chávez, el respaldo popular, la unión cívico-militar y el apoyo a los más desfavorecidos no son atendidos por sus sucesores. Ese país chavista va a buscar una forma de expresión.
El profesor evalúa que se necesitan “vías de interlocución” entre el chavismo molesto y Guaidó. “Sería interesante un encuentro descarnado, sin cámaras de televisión, entre el secretario general del PPT de verdad; el secretario general del PCV, con el secretario general de AD y el secretario general de PJ, asumiendo que si no nos unimos los diferentes no podemos resolver lo que nos afecta. Lamentándolo mucho para Venezuela no sé si esos puentes se están tendiendo”.
Mientras tanto, la crisis empeorará, porque Guaidó puede firmar endeudamiento pero los recursos quedarán en manos de Maduro. “Queda claro que 2021 va a ser un año de resolución, sea la que sea, porque no aguantamos”, asevera. “El venezolano en Venezuela quiere agua, luz”, trabajo, calidad de vida.
-¿Qué sería lo legal y lo legítimo en enero de 2021?
-Que la AN de 2015 tenga su continuidad y que se convoquen elecciones presidenciales y parlamentarias, una suerte de megaelecciones con respeto por la ley de procesos electorales. Hay algo que a la gente se le olvidó: Este CNE solo está vigente para esta elección. ¿Quién va a designar el nuevo CNE? Institucionalmente le correspondería a la Asamblea Nacional de 2015, y ahí viene otro detonante y otro escenario: ¿Quién va a ser la autoridad electoral? Esto tiene que resolverse y el país requiere que se resuelva lo más rápido posible. Aquí tiene que sentarse todo el mundo. Hay que negociar porque hay que desarrollar un proceso de transición a la democracia. El país habló en mayo de 2018 y volvió a repetir con más contundencia su mensaje el domingo.
Ahora viene la Consulta, que permitirá “ganar músculo” y mostrar la voluntad de cambio.






