La organización detalló que las llegadas de turistas internacionales ya superaron en 2023 las cifras de 2019, el año que precedió la crisis del coronavirus, en algunos países, sobre todo europeos
La actividad turística se habrá recuperado a escala global a los niveles anteriores a la crisis del Covid a finales de año, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que en un informe publicado este lunes insiste en buscar modelos más sostenibles en términos de impacto medioambiental y de implicación de todos los afectados.
De acuerdo con la organización, las llegadas de turistas internacionales ya superaron en 2023 las cifras de 2019, el año que precedió la crisis del coronavirus, en algunos países, sobre todo europeos.
En concreto, eso ocurrió en el Viejo Continente en Portugal, que con 19,4 millones el año pasado recibió 12,1% más, pero también en Francia (7,8% más), en Italia (4,4%) o España (2%), pero también fuera de Europa en Colombia (33,6%) o en Marruecos (12,3%).
Con carácter general, los grandes destinos europeos se beneficiaron en 2023 de los viajes en el interior de la región, así como del cambio favorable para el dólar frente al euro, que favoreció las visitas de estadounidenses.
En la región Asia-Pacífico, la recuperación está tardando más en gran medida porque la reapertura de las fronteras se ha producido de forma más reciente, en particular en China.
Eso explica que en 2023 el volumen de visitantes extranjeros se mantuvo muy por debajo del nivel de 2019 en Australia (-24,1%), Japón (-21,4%) o Nueva Zelanda (-24%).
Las diversas crisis geopolíticas están afectando a los flujos de turistas y a la economía del sector. Así, la invasión rusa de Ucrania ha dejado muy por debajo del volumen precovid las llegadas de visitantes en Finlandia (-22,3% a finales de 2023) y en otros países vecinos de Rusia y de Ucrania.
Algo similar ha ocurrido con los ataques terroristas de Hamás en suelo israelí y el conflicto en Gaza, que disminuyeron el pasado año las entradas a Israel en 33,9%.
En 2022, a escala global, el número de turistas internacionales en el mundo era todavía 33% inferior al de 2019. Hay que tener en cuenta que en 2020 había llegado a caer hasta 72%.
En el conjunto de la OCDE, si en 2019 el sector turístico representaba un crecimiento del 4,4% al producto interior bruto (PIB), el 6,9% del empleo y generaba el 20,4% de las exportaciones en servicios, en 2020 la contribución a la actividad se hundió hasta el 2,5% del PIB.
Dos años después, el porcentaje se había recuperado parcialmente hasta el 3,9% de media.
Los autores del estudio afirman que, a largo plazo, el turismo va a seguir creciendo y que eso crea «oportunidades significativas», pero también supone una serie de retos que deben abordar las políticas para hacerlo más sostenible y para que sus beneficios sean más compartidos y pesen más que los costos.
Eso pasa por adaptarse a un entorno cada vez más cambiante; implicar a todas las partes interesadas en «una visión común», diversificar la oferta, atraer nuevos mercados y segmentos a destinos emergentes y fuera de los periodos de máxima afluencia.