Han hecho pozos en los hospitales como solución, pero el agua no está llegando a 75% de las áreas, llega solo a 25% de las áreas. Por eso en las salas de hospitalización los pacientes andan con tobitos», describe
Lo dijo este jueves 1 de junio en la rueda de prensa del Sindicato de Hospitales y Clínicas y lo mantuvo en una entrevista posterior con contrapunto.com: los trabajadores públicos siguen esperando un cambio en el gobierno del mandatario Nicolás Maduro, y si no hay cambio, se preparan para pasarle factura con el voto en las elecciones presidenciales. Mauro Zambrano, coordinador de la Red Sindical Venezolana, espera que las medidas contra los trabajadores sean revertidas.
Zambrano, como dirigente del sector salud, advierte que la situación del sector asistencial sigue siendo motivo de preocupación. «El tema de las lluvias nos preocupa. Ya hemos registrado inundaciones en algunos estados, como Carabobo y Barinas», comenta. No han ocurrido anegaciones, pero debido a las goteras se han visto afectados los centros asistenciales. Uno de los que ha sufrido es el Hospital Vargas de Caracas: «Hay muchas filtraciones, y están produciendo que una columna ceda. Eso nos preocupa muchísimo, porque puede haber un accidente».
Habla de «la crisis», y esas dos palabras engloban la complejidad de las dificultades que afronta el sistema sanitario. «Han hecho pozos en los hospitales como solución, pero el agua no está llegando a 75% de las áreas, llega solo a 25% de las áreas. Por eso en las salas de hospitalización los pacientes andan con tobitos», describe.
Tampoco hay suficiente cloro. Los baches en la limpieza implican que una persona ingrese con una enfermedad y salga con otra, alerta. Esto ocurre «porque hay bacterias en los centros de salud, y si no haces la limpieza adecuada el paciente sale con otra bacteria, y eso puede ser mortal».
Los trabajadores se encuentran en condiciones muy precarias, enfatiza. «¿Quién vive con 70 dólares? Tienes que hacer muchas cosas, y eso es lo que está sucediendo. Los trabajadores están tratando de hacer cosas por distintos lados, y por eso reclamamos».
El recorte en los cestaticket desmoralizó a los trabajadores del sector, indica, porque tienen «dos y tres trabajos» y «mal o bien con eso pueden comprar algo», y tenían la esperanza de apoyarse en sus bonos de alimentación. «Pero se encontraron con la sorpresa de que no se los pagaron. El gobierno se libró de responsabilidad».
En el país, según cálculos de Zambrano, hay unos 350 mil trabajadores del sector salud, cifra que se ha reducido por la migración.
«Lo que hemos visto es que el gobierno ha optado por hacerse el paisa. Y eso nos da a entender que debemos organizarnos para entrar en una lucha por un cambio, porque no nos queda otro remedio. Si no hay perspectivas de solución nuestro deber ciudadano es cambiar democráticamente, y es lo que nosotros estamos haciendo: entrar en una lucha por un cambio, por no entender la situación de los trabajadores».