El planteamiento desde Miraflores apunta a la digitalización de la economía, sin embargo, las altas cifras que genera hiperinflación presionan a una reconversión monetaria
Este 2021 amanece con una economía pisando el terreno de la hiperinflación que se padece desde hace 36 meses, con una espiral que no se detiene.
El ritmo al que crece la inflación a veces baja su intensidad, sin embargo, es atribuido a evento coyunturales. Se suele decir que la inflación no baja “se agacha para tomar impulso”
Sin embargo, la agenda política sigue acaparando la atención de la opinión pública y la discusión de los dirigentes capaces de tomar decisiones y sus adversarios en las distintas presentaciones que tiene la oposición. El tema económico sigue subordinado a los resultados de esta discusión.
Mientras esto pasa, la gente hizo lo que el Gobierno no ha hecho. Para hacerse la vida un poco menos difícil a la hora de comprar y vender le quitó tres ceros al bolívar. Un millón de bolívares se simplifica diciendo que 1.000 bolívares y por supuesto los decimales no existen.
Este fenómeno está vinculado a la hiperinflación y a la debilidad del bolívar ante el dólar.
Frente a este escenario, Nicolás Maduro desde Miraflores adelantó en entrevista con Ignacio Ramonet, de Le monde Diplomatique (periódico francés), que se apuntaba a estimular la economía digital. Esto fue reiterado en su presentación de la Memoria y Cuenta de la gestión 2020.
Según sus cifras, apenas el 3,4% de los pagos se hicieron con bolívares en efectivo. Esto parece natural.
En un país, donde la pieza más alta del cono monetario equivale a apenas 3% del valor de un dólar, es prácticamente imposible hacer pagos en efectivo, más allá del transporte público.
El problema se agrava porque en apenas 10 días del 2021 el valor de la divisa estadounidense en el mercado paralelo, marcador de las transacciones en la economía local, pasó de Bs 1.027.812 a Bs 1.549.286 bolívares por cada unidad de la divisa estadounidense.
La depreciación del signo monetario nacional en menos de dos semanas del 2021 es de 50,7%
Esto nos coloca frente a la necesidad de acciones en el tema monetario.
Nuevamente debemos recordar la entrevista con Ramonet del mandatario Nicolás Maduro, quien afirmó “vamos a recuperar la moneda”.
Su argumento se basó nuevamente en las cifras que maneja. Según sus números, el 77,3% de las transacciones comerciales de 2020 se hicieron en bolívares vía digital, e insiste en que se están autorizando instrumentos financieros que puedan hacerse pagos en bolívares equivalentes en dólares
Esto nos coloca frente al escenario de una reconversión monetaria obligada, ya que si la unidad de cuenta seguirá siendo el bolívar soberano, las cifras de facturación, por más pequeñas que sean resultan inmanejables en las celdas de los programas de administración.
Un botón de muestra
Un negocio que factura el equivalente a 10.000 dólares al mes debe manejar cifras en bolívares como esta:15.000.000.000 de bolívares y esto complica sus registros contables y la declaración del Impuesto Sobre la Renta.
Las cifras de las grandes empresas del país terminarían siendo interminables, dentro de una plantilla de contabilidad.
Una decisión como esta por sí misma no es una solución al problema de fondo que es la hiperinflación y por lo tanto se requerirán acciones de política económica que complementen una estrategia integral que evite el naufragio y la ineficacia de una reconversión monetaria en tan poco tiempo, como la adoptada en agosto de 2018.
Para ese momento, el precio del dólar era el equivalente a 38,85 bolívares, que comparados con la cotización de los 10 primeros días de 2021 implica una depreciación porcentual de casi cuatro millones.
¿Cuándo será planteada al país la reconversión monetaria? ¿Cuál será el esquema que saldrá de la mesa de discusión de los equipos económicos que acompañan a Nicolás Maduro?
No tenemos bolas de cristal para saberlo. Por ahora tenemos pies planos para hacer seguimiento a la coyuntura económica, política y social del país.
El juego sigue.