Entre Bs 5.000 y Bs 10.000 oscila la tarifa en estacionamientos públicos y/o privados. El precio castiga tanto a los usuarios como a los empresarios y dueños de estos establecimientos
Durante las últimas semanas los prestadores de servicio de resguardo de automóviles incrementaron sus tarifas a montos que «para muchos son impagables» afirman los entrevistados.
Durante un recorrido realizado por estacionamientos caraqueños, el equipo de Contrapunto consulto a algunos usuarios que salían o entraban a los establecimientos donde guardan sus vehículos; todos los entrevistados indicaron que prefieren dejar sus carros dentro de locales que cuenten con sistema de seguridad y pagan las «elevadas tarifas para evitar robos o daños» aunque signifique un desajuste en sus presupuestos.
Caros e impagables
«Demasiado costoso», «me abre un hueco en el bolsillo», «lo pago porque no me queda otra opción», así catalogan algunos consultados la tarifa del estacionamiento del Centro Comercial Lido, en la urbanización el Rosal en el municipio Chacao. En este concurrido centro comercial la tarifa única, de 5:00 am a 11:50 pm, es de Bs 10.000, mientras que la pernocta tiene un costo de Bs 20.000.
Mariam Mújica trabaja en una oficina de este centro comercial y se ve obligada a esa tarifa todos los días para guardar su carro en un puesto asignado y, aunque la empresa le reembolsa mensualmente lo cancelado, ella considera que su salario no es suficiente para pagar más de un sueldo mínimo a la semana.
“La cuestión es que en mi trabajo no me pagan lo suficiente para cancelar diariamente 10 mil bolívares, aunque a final de mes me lo repongan. Pega al bolsillo obviamente, pero el Lido tendrá sus razones para aumentar el servicio”, precisó Mujica.
Las mismas tasas y horarios se pueden encontrar en el Centro Comercial Galerías Ávila, en la avenida Urdaneta; entre las parroquias Candelaria y San Bernardino cerca del centro de Caracas.
Aquí, Manuel Cacique, calificó como “extremadamente caro” el costo la tarifa establecida en este mall. “No estoy de acuerdo, me parece extremadamente caro pararse en este lugar por pocas horas. Deberían establecer otras medidas para los que sólo venimos a hacer cosas muy puntuales a este lugar”.
En el caso del Centro Comercial Expreso Chacaito no se ofrece la llamada “tarifa plana” y el costo de una hora de estacionamiento es de Bs 2.400, mientras que la fracción; equivalente a 30 minutos, es de Bs 1.200.
A la salida de ese estacionamiento, al final del boulevard de Sabana Grande, abordamos a Harold Quintero, quien señaló que no esta de acuerdo con el cobro de las llamadas tarifa plana. “Esas tarifas planas sólo le convienen a la gente que va para un sitio por largo tiempo”. Consideró que el pago debería ser segmentado; “la primera hora debe tener un monto diferente y luego que se sume un costo adicional como ocurre aquí”.
Puestos vacíos
En los estacionamientos públicos se manejan precios más accesibles que oscilan entre Bs 5.000 y Bs 7.000, sin embargo son pocas las personas que acuden a estos locales para el resguardo de sus carros.
De acuerdo a lo expresado por los prestadores de servicios en estos establecimiento de guarda y custodia de autos, se incrementan los precios para mantener el pago de los empleados, el mantenimiento de las áreas y de los equipos de seguridad.
Entre las esquinas de Peligro y Alcabala, en el sótano del edificio Las Fuentes en La Candelaria, se encuentra el estacionamiento El País que tiene 50 puestos de los cuales, menos de la mitad son ocupados diariamente.
Su encargado, Miguel Pérez, comentó que ha disminuido el volumen de ocupación y que el negocio se mantienen porque hay clientes fijos. “Nada es como antes. Ahora debemos llamar a los clientes porque muchos han dejado de venir, a pesar de que este es uno de los estacionamientos más económicos de la zona”.
En Quebrada Honda, en el edificio de la CTV, encontramos otro aparcadero público donde el costo por 6 horas de servicio oscila entre Bs 5.000 a Bs 7.000, sin embargo eran pocos los carros que se resguardaban en ese espacio.
Un trabajador del lugar señaló que hace algunos meses la concurrencia de autos era mucho más numerosa. “En la tarde no cabía ni un carro y ahora, prácticamente contamos con los puestos fijos porque nos tienen confianza”.
La otra opción: Los parqueros de la calle
Algunas consultados comentaron que prefieren acudir a estas personas quienes, en algunos casos, son de confianza de los dueños de vehículos.
Nella Quiñonez tiene su “señor de confianza” que le cuida el carro cuando ella va a trabajar a su taller de costura ubicado en avenida Casanova, en Sabana Grande. “Este señor cuida bien mi carro. Esta pendiente de que nada le pase, además es muy atento y ha evitado que me remolquen varias veces. Yo le pago con comida, porque es eso lo que él me pide”.
Esta opinión no es compartida por Carlos Marín quien comentó que estas personas “son unos vividores que se adueñan de las calles y hasta amenazan a la gente si no les pagan porque hay darle dinero a juro”.
Julián Fernandez y Marco Azócar, también consultados, expresaron que son los cuidadores callejeros quienes establecen las tarifas arbitrariamente y que, en muchas ocasiones, son perpetradores o cómplices de los robos y daños que pueden sufrir los carros que no se guardan en un local.