El 17 de abril versiones de prensa aseguraron que la empresa se marchaba del país. Un día después la corporación lo negó
La noticia, una exclusiva de la agencia Reuters, recorrió el mundo el Miércoles Santo: la petrolera española Repsol tenía previsto marcharse de Venezuela debido a las sanciones de la Administración Trump contra Petróleos de Venezuela (Pdvsa).
Un día después, la propia empresa aseguró que mantiene sus operaciones en territorio venezolano.
«En relación con las informaciones publicadas que indican que Repsol habría suspendido su operativa con Venezuela, la compañía desea manifestar que tal y como viene sucediendo hasta la fecha, mantiene dicha operativa, respetando escrupulosamente tanto la legislación internacional como las distintas legislaciones locales de todos los países en los que opera», afirma la nota de prensa difundida el Jueves Santo.
Obviamente Repsol forma parte de la agenda de discusión entre el enviado especial de Estados Unidos (EEUU) para Venezuela, Elliott Abrams, y la Unión Europea. Abrams pidió al bloque europeo acentuar el aislamiento del Ejecutivo de Maduro, lo que implicaría que las empresas cesen operaciones.