Según las investigaciones realizadas por Cedice Libertad, la caída en la producción de este fruto es debido a la restricciones legales en el negocio del mismo por parte del Gobierno nacional y la falta de estado de derecho en las zonas cultivadas, además de que los productores no tienen títulos de propiedad de las tierras
Históricamente Venezuela ha sido un país productor de cacao, pero en los últimos años la comercialización del rubro mermó a raíz de las políticas reguladoras que han ejercido los entes gubernamentales dentro del sector, señaló Jesús Renzullo, investigador de Cedice Libertad.
Según lo publicado en su trabajo, los grandes problemas en el desarrollo de esta actividad se derivan en las trabas legales que tienen los inversionistas para insertarse en el negocio por las limitaciones que impone el Estado, en cuanto a la producción y distribución del producto.
También se suma que los cacaoteros no son propietarios de las tierras, pues las trabajan mediante de una carta agraria autorizada por el Gobierno; y por último las regiones donde se cultiva el cacao son víctimas de mafias extorsionadoras.
«Aunque producir es relativamente posible, la distribución del mismo es casi imposible por toda la permisología que debe tener el cacaotero para transportar el producto. Además de exponerse a que las bandas delictivas que operan en las zonas soliciten remuneración a cambio de protección y comisiones por la productividad de las tierras», señaló Renzullo en su intervención al presentar cifras de la afectación al derecho de propiedad de Cedice.
Renzullo también destacó que, el Plan Socialista del Cacao Venezolano, iniciativa del Estado que tuvo dos fases (2014-2015 y 2016-2019); y el Plan Miranda Huele a Cacao, debido a su mala ejecución y planificación, solo generaron pérdidas millonarias al sector y por ello, no continuaron su operatividad.