El gobierno de Nicolás Maduro alista un incremento del 50 % en el precio de la gasolina, como respuesta a la caída de ingresos tras la salida de la petrolera estadounidense Chevron y otras compañías extranjeras.
Según fuentes de Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA), el precio pasaría de 0,25 USD a 0,75 USD por litro en todas las estaciones de servicio del país. Funcionarios del ministerio de Petróleo y directivos de PDVSA habrían informado ya a operadores privados de algunos estados, aunque la medida entrará en vigor únicamente tras su publicación oficial en la Gaceta.
Imágenes captadas en varias gasolineras y difundidas en redes sociales muestran ya los nuevos surtidores con la tarifa anticipada. El último gran ajuste de precios se registró en 2020, cuando el gobierno revirtió un congelamiento de décadas, aunque entonces debió reducir el alza original ante protestas ciudadanas.
La suspensión de las operaciones de Chevron —que aportaba cerca del 23 % de la producción nacional— y otras empresas foráneas a finales de mayo privó al país de un flujo significativo de divisas. La Casa Blanca, por su parte, ha elevado la presión sobre el régimen, al considerar a Venezuela una “amenaza extraordinaria” para la seguridad nacional de Estados Unidos y prohibir nuevas inversiones en su sector petrolero.
PDVSA, responsable de los surtidores en las 1.600 estaciones de servicio del país, y el ministerio de Petróleo no respondieron de inmediato a solicitudes de comentario sobre el ajuste. La estatal se apoya en contratistas privados para la administración y venta de combustible en todo el territorio.