En medio de un escenario de inestabilidad, los precios mundiales de crudo iniciaron la semana con importantes avances de los que Venezuela no se beneficia ampliamente debido a la caída de la producción
Los precios del petróleo cerraron este lunes con su mayor alza desde la guerra del Golfo, luego de los ataques del fin de semana a refinerías saudíes de Aramco que redujeron en 5% la producción mundial de crudo.
Este escenario de inestabilidad en la región contribuye a un alza en los precios del petróleo, de la que Venezuela no se beneficia ampliamente debido a la reducción de las ventas producto de la caída de la producción.
Si bien un alza en los precios beneficia per se a un país en el que la principal fuente de ingresos es la industria petrolera, la caída tan abrupta en los niveles de producción, hasta 712.000 barriles diarios en agosto, según las cifras de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep), conduce a que el país pierda una importante oportunidad de favorecer sus finanzas.
Cotización de los principales indicadores petroleros
Este lunes, la cotización del barril de Brent registró un salto de casi el 20% al reabrir el mercado y llegar a ubicarse en 71,95 dólares, una subida que no se veía en términos porcentuales desde la crisis que provocó en 1990 la invasión iraquí de Kuwait.
Durante la sesión se moderó ese avance y el Brent cerró en 69,02 dólares por barril, un incremento del 14,59%, mientras que el petróleo intermedio de Texas (WTI), subió 14,8% y cerró en 62,90 dólares.
Estados Unidos autorizó la liberación de sus reservas de emergencia para garantizar el suministro, medida que contribuyó a frenar la escalada en el precio del crudo, aunque señalaron que es prematuro determinar si será necesario recurrir a ellas.
Por su parte, Rusia descartó que la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus socios (Opep+) preparen medidas de urgencia.
Tras el ataque de este fin de semana, atribuido a los rebeldes hutíes del Yemen, retiró del mercado 5,7 millones de barriles diarios, cifra que representa casi la mitad del suministro de Arabia Saudita.
Según algunos expertos, normalizar el nivel de bombeo de Aramco podría tardar semanas o meses, mientras que los hutíes amenazan con nuevas ofensivas en cualquier momento y piden a los extranjeros retirarse de las instalaciones petroleras.