Durante la 192ª reunión de la Conferencia Ministerial de la OPEP, la vicepresidenta Delcy Rodríguez denunció ante los países productores las crecientes presiones y amenazas militares de Estados Unidos contra Venezuela, advirtiendo que estas acciones pueden afectar la estabilidad energética global.
Rodríguez abrió su intervención leyendo una carta del presidente Nicolás Maduro dirigida al secretario general de la organización, Haitham Al Ghais, y a los miembros de la OPEP y OPEP+, en la que solicita apoyo diplomático para frenar lo que calificó como una “agresión en desarrollo”.
Según la funcionaria, desde mediados de agosto el gobierno de Donald Trump ha impulsado una ofensiva que compromete la seguridad regional, incluyendo el despliegue de más de una docena de buques de guerra, unos 15.000 efectivos y más de 20 bombardeos contra embarcaciones pequeñas, con un saldo superior a 80 fallecidos. Afirmó que estas operaciones violan la Carta de la ONU y las normas internacionales.
Rodríguez sostuvo que estas acciones buscan ejercer control sobre las reservas petroleras venezolanas, las más grandes del mundo, lo que —advirtió— podría alterar la producción nacional y generar distorsiones en el mercado petrolero global.
Cerró su intervención reiterando que el país no cederá ante presiones externas e invitó a los miembros de la organización a mantenerse unidos frente a estas amenazas.






