Mientras avanzan los días para que cesen las operaciones de Chevron en Venezuela, la compañía estadounidense ha entablado conversaciones con el gobierno de Estados Unidos, a fin de lograr que se revierta la decisión oficializada el pasado 4 de marzo. Aún no existe una decisión al respecto, pero en caso de alcanzar un acuerdo, esto podría generar «un aliento económico a Venezuela», según estima el asesor financiero, Óscar Doval.
Precisó en entrevista para Contrapunto.com que diversas fuentes también han hablado de presuntas negociaciones entre el gobierno de Venezuela y EEUU: «Una prolongación del wind-down o período de cierre de Chevron, lo que podría dar un aliento económico a Venezuela».
Considera que, dichas conversaciones entre ambos gobiernos, podrían incluir asuntos relacionados con el retorno de migrantes venezolanos, «la liberación de presos norteamericanos y algunos aspectos de carácter económico y político, que desconocemos la mayoría de los venezolanos».
Sin embargo, en caso de no llegar a un acuerdo sobre las operaciones de Chevron en el territorio venezolano, existe la posibilidad de observar una merma de «hasta 30%» en los ingresos en divisas de Venezuela, derivados de las exportaciones petroleras, como producto de la actividad de Chevron en el país.
Aclaró que dicho panorama, además, «va a afectar la economía venezolana con una importante contracción del PIB (producto interior bruto) y del consumo» interno.
En este sentido, el presidente de la consultora Moore GSF advirtió que una contracción de la economía venezolana, además de la escasa oferta de divisas, «sin dudas puede llevar a una importante devaluación e inflación».
Aseguró que, sin lugar a dudas, el país puede regresar a una inflación de tres cifras después de haber logrado controlar este factor durante los últimos tres años.
¿Influye en el desabastecimiento?
Al ser preguntado sobre la posibilidad de que el cese operativo de Chevron influya en el desabastecimiento energético de Venezuela, Doval respondió con un «absolutamente sí».
«Fíjate. Venezuela tiene un consumo interno de entre 300 y 400 mil barriles diarios. Y exporta unos 400 a 500 barriles diarios; si se va Chevron, tendremos 300 mil barriles diarios», por lo que «el consumo interno pasará a competir con la exportación».
Por lo tanto, la decisión que deberá tomar por el gobierno venezolano se debatirá entre «abastecer el mercado interno o preservar la economía nacional. Comprenderás que se verá afectado el abastecimiento interto: O tenemos divisas circulando en la economía, o tenemos combustible y electricidad. Difícil decisión».
El over compliance: tan grave como las sanciones
Óscar Doval indicó que el over compliance o sobre cumplimiento de la medida tomada por EEUU «es tan grave como las sanciones, ya que excluye a todos los venezolanos, sin distingo, del acceso al sistema financiero internacional y la economía globalizada».
De aplicarse, pronostica que se trataría de «una terrible regresión» para Venezuela, que lejos de afectar a los políticos, impacta al venezolano de a pie.
¿Y los migrantes venezolanos en El Salvador?
En cuanto a los migrantes enviados a El Salvador para cumplir con una pena de cárcel, aseguró que ese país latinoamericano «no tiene la capacidad instalada para recibir a toda la migración ilegal en los EEUU, que pasa los 11 millones de personas. Valdría la pena preguntarse qué pasa en la interacción entre Estados Unidos y Latinoamérica que hace que nuestras clases vulnerables busquen en los EEUU la posibilidad de un ascenso social».
Concluyó que «lamentablemente, la política de empobrecimiento del vecino de los EEUU que ha acertado a nuestros países y la poca visión de crecimiento sostenido de América Latina han determinado flujos migratorios del Sur al Norte que han sido muy penosos para nuestros países y sin duda una seria carga social para los Estados Unidos».