La producción petrolera de Venezuela ha generado discrepancias entre los datos reportados por el Gobierno y los proporcionados por la OPEP.
Según las cifras oficiales del Ministerio de Petróleo, la producción en enero de 2024 alcanzó los 841.000 barriles por día (bpd), marcando un aumento de 40.000 bpd en comparación con el mes anterior.
Sin embargo, las fuentes de la OPEP situaron la producción venezolana en 796.000 bpd, 45.000 bpd por debajo de las cifras reportadas por las autoridades venezolanas.
Este desacuerdo resalta una discrepancia en los datos, con implicaciones significativas para el análisis del mercado petrolero global. Mientras que el Gobierno venezolano atribuye el aumento de la producción al progresivo alivio de las sanciones, la OPEP señala una recuperación más modesta.
En 2023, Venezuela cerró el año con una producción promedio de 783.000 bpd, según el Ministerio de Petróleo, mientras que la OPEP la cifró en 751.000 bpd. Estos datos muestran una brecha persistente entre las cifras oficiales y las estimaciones de la OPEP.
El objetivo de alcanzar una producción de 1.000.000 bpd se ha visto obstaculizado en los últimos años, y las expectativas para 2024 se ven afectadas por la incertidumbre sobre un posible retorno de sanciones.
La discrepancia en los datos destaca la necesidad de una mayor transparencia y precisión en la información sobre la producción petrolera venezolana.
Además, en enero, el precio del crudo Merey venezolano mostró una ligera recuperación, cotizando en un promedio de 66,50 dólares por barril. Sin embargo, el país continúa enfrentando desafíos en términos de actividad de perforación, con solo una plataforma activa reportada en enero, lo que subraya la brecha entre su potencial y su actual capacidad de producción.