«Nos veremos obligados a realizar un complejo reajuste de nuestra economía productiva, que permita generar ingresos externos y dinamismo interno suficientes para volver a crecer sostenidamente y detener el incremento de la pobreza que hemos vivido por cuatro décadas», subrayó
El Grupo Orinoco aseguró que el país ya debería tener claro cuál será el camino para la transición energética.
La economía venezolana depende principalmente de las exportaciones de petróleo y sus derivados al resto del mundo. “En consecuencia, nos veremos obligados a realizar un complejo reajuste de nuestra economía productiva, que permita generar ingresos externos y dinamismo interno suficientes para volver a crecer sostenidamente y detener el incremento de la pobreza que hemos vivido por cuatro décadas, además de adaptar nuestro sistema de aprovisionamiento energético interno a nuevas fuentes que atiendan la creciente demanda que impondrá el progreso al cual aspiramos y merecemos», alerta.
En el documento «La Transición Energética: implicaciones y compromisos para Venezuela», difundido esta semana, el Grupo hizo un llamado a todo el liderazgo nacional a fin de ejecutar de inmediato los compromisos internacionales y nacionales que implica la Cuarta Revolución Industrial.
«Los venezolanos debemos asumir y aceptar que la Transición Energética implica un proceso mundial inescapable. Nos corresponde aumentar nuestra capacidad de previsión al respecto, utilizando eficientemente nuestro capital económico, aprovechando las ventajas naturales que tenemos y haciendo uso del mejor talento disponible», subraya el texto.
Al Estado venezolano «le corresponde orientar a la sociedad sobre lo que este proceso implica, lo cual es todo lo contrario de lo que hasta ahora ha hecho. Liderar nuestra Transición Energética deberá ser tarea prioritaria para el gobierno que surja después de un cambio para retornar al sistema democrático».
La transición «es un camino que requiere la participación y el compromiso activo, audaz, innovador y sostenido en el tiempo de todos los agentes políticos, económicos y sociales de una nación. Tenemos ante nosotros un reto muy serio, pues los venezolanos ya deberíamos tener definida la ruta de nuestra Transición Energética».
Para Arnoldo Gabaldón, coordinador del Grupo Orinoco, «todos los venezolanos deben participar en este proceso y prepararse para asumir los cambios que esta transición conlleva, utilizando de manera sostenible el capital natural con que se cuenta, las ventajas naturales que tenemos y haciendo uso del mejor talento disponible, para así generar cada día más capital económico para brindar oportunidades crecientes que permita que los venezolanos eleven el capital humano».
Le corresponde a Venezuela, en un corto plazo, recuperar la eficiencia, capacidad de producción y redes comerciales de la industria de hidrocarburos, desde la situación de casi parálisis en que se encuentra actualmente. «Para ello el país dispone de ricos yacimientos, de talento humano y de experiencia internacional a los fines de aprovechar la ventana de tiempo disponible antes de que concluya la transición energética. Este proceso demandará cuantiosas inversiones provenientes de inversionistas privados, nacionales y foráneos, requiriéndose, por lo tanto, recuperar su confianza en nuestras instituciones a través de reformas y políticas públicas adecuadas”, subrayó Gabaldón.