La posibilidad cierta de que las licencias petroleras otorgadas por la OFAC sean suspendidas obliga a hacer cálculos de lo que esto puede significar para escenario económico venezolano
El impacto de un eventual cese de la flexibilización de las sanciones de Estados Unidos sobre la industria petrolera podría terminar afectando las posibilidades del Estado de intervenir en el mercado cambiario y esto traería presiones adicionales sobre la inflación.
Así lo ha señalado el economista José Guerra quién también indica que «el impacto directo de un recorte de 10% en la producción de petróleo implica la pérdida de 1,5 puntos de crecimiento del PIB, aproximadamente».
Señala que es complicado «calcular la incidencia indirecta de tal recorte el cual tiene dos mecanismos. El del gasto público, básicamente el pago de remuneraciones y el comportamiento del tipo de cambio. Sobre lo primero, los estudios econométricos sugieren que no es tan grande ese impacto».
«Es decir, el multiplicador del gasto público ha venido disminuyendo, tal vez por la elevada propensión a importar. Además la economía ha perdido muchas capacidades para crecer. Hay sectores industriales destruidos que no responden al aumento del gasto», indica Guerra en un pequeño documento que ha difundido.
Agrega el economista que «si caen las exportaciones petroleras y se pierden entre $3.000 millones o $ 4.000 millones de ingresos, la capacidad del BCV de estabilizar el tipo de cambio será menor y mayor la inflación lo cual conspira contra el crecimiento».
«Por todo lo anterior es sumamente difícil hacer una estimación adecuada por la falta de información y porque los parámetros de la economía ya no son los que conocíamos. En el pasado, digamos hasta 2005, las matrices de contabilidad social elaboradas en el BCV y por académicos indicaba una alta incidencia del aumento de la extracción petrolera sobre la economía no petrolera pero hoy hay dudas sobre esa incidencia», comenta el economista quien fuera gerente de Investigaciones Económicas del Banco Central de Venezuela.
Finalmente señala que «el sector metalmecánico y de servicios petroleros fue destruido. Ya el petróleo no es lo que fue ayer aunque tiene mucho potencial a futuro pero el tiempo juega en contra nuestra. El daño causado a la industria petrolera en 25 años es incuantificable».