Más de 1.000 millones de dólares en envíos de petróleo venezolano a China se registraron como crudo brasileño durante el último año, según dos empresas de seguimiento de petroleros, documentos de la empresa y cuatro comerciantes, lo que ha ayudado a los compradores a reducir los costes logísticos y eludir las sanciones de Estados Unidos, reportó Reuters.
Al renombrar el origen de los cargamentos, los comerciantes han evitado escalas en aguas de Malasia y reducido en alrededor de cuatro días el tiempo de viaje, al permitir que los tanqueros naveguen directamente desde Venezuela hasta puertos chinos.
Según fuentes, los operadores modifican la documentación de los buques para indicar que zarparon de Brasil, emitiendo certificados de origen falsos sin necesidad de cargar en terminales brasileñas ni realizar transbordos en alta mar.
Esta práctica, combinada con el “spoofing” —la alteración de las señales de localización de los petroleros—, ha facilitado la llegada de crudo pesado Merey de PDVSA etiquetado como “betún mixto” brasileño, un grado que rara vez se exporta desde Brasil, pero que no requiere cuotas de importación en China.
De julio de 2024 a marzo de 2025, las aduanas chinas registraron importaciones por 2,7 millones de toneladas métricas de mezcla de betún brasileño, equivalentes a unos 67.000 bpd y valoradas en 1.200 millones de dólares, pese a que Petrobras no ha enviado ese tipo de cargamento al país asiático desde al menos 2023.
La diferencia la explica el hecho de que la mayor parte de ese “betún mixto” corresponde en realidad al Merey venezolano, según registros internos de PDVSA y análisis de TankerTrackers.com y Vortexa Analytics.
Washington impuso sanciones a las exportaciones de crudo venezolano desde 2019 con el fin de reducir los ingresos que financian al gobierno de Nicolás Maduro. Para eludir las restricciones, los comerciantes han empleado desde trasvases en mar abierto hasta el falseo del origen, maniobras que, además de acortar la ruta y abaratar fletes, aseguran el acceso a financiación bancaria durante los viajes de hasta dos meses.
China sigue siendo el principal destino del petróleo venezolano: el año pasado importó 351.000 bpd de crudo y fuelóleo, volumen que creció a 463.000 bpd en los primeros cuatro meses de 2025. No obstante, menos del 10 % de esos envíos se declara oficialmente como venezolano, mientras la mayoría figura bajo la etiqueta de “malaio” o “betún brasileño”.
Petrobras ha negado haber cambiado su patrón de exportaciones y subraya que sus embarques a China son crudo medio dulce del presal, no mezclas de betún. Sin embargo, el entramado de intermediarios y la delimitación laxa de las cuotas en las refinerías independientes chinas han permitido que el petróleo venezolano circule legalmente bajo bandera brasileña, desafiando así las sanciones estadounidenses y complicando los mecanismos de control de origen en el comercio global de crudo.