La Federación de Palmicultores de Venezuela (Fepalven) emitió una contundente alerta sobre la profunda crisis que amenaza con paralizar por completo la producción primaria de racimos de fruta fresca (RFF) de palma aceitera en el país.
El ingeniero Luis Roberto Urbina Contreras, presidente de Fepalven, manifestó la preocupación del sector ante el incumplimiento sistemático de los acuerdos previamente establecidos en el seno de la Cadena de Oleaginosas. Estos acuerdos, fundamentales para la sostenibilidad de la actividad palmicultora, contemplan un precio justo para la fruta, fijado en el 17 % del valor de venta del aceite crudo, por parte de las plantas extractoras.
La organización puntualiza que el actual precio acordado no repercute en el precio final del consumidor en la actualidad.
Fepalven resalta que pudiese existir una especulación dentro de la cadena de comercialización.
Sin embargo, la realidad que enfrentan los productores dista mucho de lo pactado. Se han registrado alarmantes retrasos en los pagos, que en algunos casos se extienden hasta por tres semanas, generando una asfixiante situación financiera para los agricultores, quienes dependen de la liquidez para mantener operativas sus plantaciones y cubrir los costos asociados a la producción.
A esta grave problemática se suma la interrupción recurrente en la recepción de la fruta en las plantas extractoras, ocasionando pérdidas significativas de cosechas que alcanzan su punto óptimo de maduración y que, al no ser procesadas a tiempo, se deterioran, generando un perjuicio económico incalculable para los productores y un desperdicio de la producción nacional.
Fepalven exige el cumplimiento irrestricto de este compromiso por parte de las plantas extractoras.