Un nuevo informe sobre desigualdad global, presentado este martes y encabezado por el economista Joseph Stiglitz, revela que el 1% más rico del planeta acumuló el 41% de toda la nueva riqueza generada entre los años 2000 y 2024. En contraste, apenas el 1% de esa riqueza fue a parar al 50% más pobre de la población mundial, reseñó EFE.
El estudio fue elaborado por el Comité Extraordinario de Expertos Independientes sobre la Desigualdad Global, creado por iniciativa del presidente sudafricano Cyril Ramaphosa en el marco de la presidencia de Sudáfrica en el G20. El informe analiza las causas y consecuencias de la creciente concentración de ingresos y riqueza, y propone medidas para abordar esta tendencia.
Entre los hallazgos destacados:
- La riqueza promedio del 1% más rico aumentó en 1,3 millones de dólares en los últimos 24 años.
- El 50% más pobre solo vio un incremento promedio de 585 dólares en el mismo período.
- El 83% de los países, que representan el 90% de la población mundial, cumplen con la definición del Banco Mundial de “alta desigualdad”.
- Estos países tienen siete veces más probabilidades de experimentar retrocesos democráticos.
El informe también señala que fenómenos recientes como la pandemia de covid-19, la guerra en Ucrania y las tensiones comerciales globales han agravado la situación, generando una “tormenta perfecta” que incrementa la pobreza y la inseguridad alimentaria. Actualmente, una de cada cuatro personas en el mundo se salta comidas de forma regular, mientras la riqueza de los multimillonarios alcanza niveles récord.
Ante este panorama, el comité propone la creación de un Panel Internacional sobre la Desigualdad, inspirado en el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), con el objetivo de orientar políticas públicas basadas en datos y análisis técnicos. Este órgano podría contar con el respaldo voluntario de países promotores y agencias multilaterales.
En el plano internacional, el informe recomienda reformar las normas económicas y comerciales, rediseñar las reglas de propiedad intelectual y establecer una tributación justa para las multinacionales y los individuos con mayores fortunas.
A nivel nacional, sugiere fortalecer la protección laboral, reducir la concentración empresarial, gravar las grandes ganancias de capital, invertir en servicios públicos y aplicar políticas fiscales más progresivas.
El documento también advierte sobre el impacto de la riqueza heredada en la movilidad social, estimando que 70 billones de dólares serán transferidos a herederos en la próxima década.
El informe concluye que la desigualdad no solo representa un desafío económico, sino también una amenaza para la cohesión social y la estabilidad democrática.






