A través de una hoja informativa, la Casa Blanca reveló que la administración de Donald Trump incrementó los aranceles sobre las importaciones de productos chinos al 245%, como respuesta a las “represalias” que ha tomado el gobierno de China, desde el inicio del conflicto arancelario.
“China ahora enfrenta hasta un 245% de arancel sobre sus exportaciones a Estados Unidos como resultado de sus acciones de represalia”, precisa el documento enviado la noche del 15 de abril.
La semana pasada, Estados Unidos había elevado los gravámenes sobre productos chinos hasta el 145%, en respuesta, China aumentó los impuestos sobre productos estadounidenses del 84% al 125%.
Frente a estos movimientos, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, aseguró que era responsabilidad de China llegar a un acuerdo con EEUU, para poner fin a la guerra de aranceles: «Nosotros no tenemos que llegar a un acuerdo con ellos», aseveró.
Sin embargo, el portavoz de Exteriores chino, Lin Jian, señaló que China negociaría únicamente si Estados Unidos deja de usar «amenazas y chantajes», considerando que fue «Estados Unidos quien empezó con los aranceles y China se ha limitado a tomar represalias para defender sus derechos e intereses. China ha sido muy clara: si EEUU quiere dialogar, debe hacerlo desde el respeto, y debe dejar de usar máxima presión, amenazas y chantajes», manifestó en rueda de prensa de este 16 de abril.
Investigan los riesgos de la dependencia de EEUU sobre minerales críticos importados
El presidente Donald Trump también firmó el martes una Orden Ejecutiva mediante la que instruyó al secretario de Comercio, Howard Lutnick, a llevar adelante «una investigación sobre los riesgos para la seguridad nacional que plantea la dependencia de Estados Unidos de minerales críticos procesados importados y sus productos derivados».
La investigación tiene el objetivo de evaluar los posibles riesgos que representa la dependencia de estos recursos y sus derivados. Revisando el impacto en la seguridad nacional, vulnerabilidades en la cadena de suministro, y propondrá medidas para asegurar un abastecimiento interno estable y sostenible.
De acuerdo con el diario La República, algunos de los materiales considerados estratégicos son el galio, germanio, antimonio y tierras raras, usados en sectores como defensa, aeroespacial, semiconductores y comunicaciones.
La iniciativa se enmarca en una serie de medidas comerciales para revisar la política arancelaria. Según el documento, se han aplicado impuestos del 25% al acero y aluminio, y se ha considerado la aplicación de tarifas a productos como el cobre y la madera, por motivos de seguridad nacional.
Este movimiento se produjo tras la decisión de China de restringir el envío de seis metales pesados, los cuales, que de acuerdo con Washington, constituyen «componentes esenciales para fabricantes de automóviles, fabricantes aeroespaciales, empresas de semiconductores y contratistas militares de todo el mundo».