El gobierno ha aumentado los ingresos pero sin tocar el salario básico
Han pasado dos años. Dos años en los que ha ocurrido de todo, literalmente, en el territorio venezolano. Sin embargo, el salario mínimo en Venezuela es el mismo de 2022. En estas condiciones las trabajadoras y los trabajadores van a conmemorar un nuevo 1 de Mayo.
«En el Comité Nacional de Conflicto creemos que no va a haber aumento del salario. Es posible que el gobierno, dentro de su campaña demagógica electoral, pueda producir un aumento de lo que ahora llaman el ingreso; es decir, bonos para compensar la situación que está viviendo el trabajador», explica el dirigente Dick Guanique.
Sindicatos y gremios rechazan la bonificación del salario. «Hemos exigido que se respete el salario constitucional. A nosotros no nos conviene estar anunciando cifras en la calle, porque eso no fortalece la estrategia de lucha que hemos llevado hasta ahora», señala.
Para Guanique este 1 de Mayo será una nueva oportunidad de mostrar lo que sucede en el país: «Que en Venezuela se violan los derechos humanos, se viola la Constitución, se favorece a los factores sindicales que apoyan al gobierno» y a quienes critican «se nos niegan todos los derechos».
La gran tarea de las protestas de este 1 de Mayo es evidenciar «la violación de los derechos de los trabajadores» y organizar a los trabajadores para la defensa del salario, apunta Ofelia Rivera, dirigente de la Unidad Democrática del Sector Educativo. «Incluso los trabajadores que van a marchar con el gobierno saben que el salario en este momento no les permite sobrevivir. Están claros de que no tienen garantizadas las condiciones de vida». Un salario de 3,4 dólares «no les alcanza a ellos para vivir».
El gobierno venezolano ha hecho ajustes del ingreso, lo que incluye el pago de bonificaciones; el más reciente fue en enero de 2024. Sin embargo, estos bonos -como lo recuerdan los dirigentes- no tienen impacto en vacaciones, bono de fin de año y otros conceptos.
Los encuentros del foro de diálogo social, o espacio tripartito, llegaron a una propuesta de salario mínimo de 200 dólares que no se ha materializado. La canasta básica, según cifras del Cendas-FVM, supera los mil dólares. En estas condiciones -como lo señala el presidente de la Apucv, profesor José Gregorio Afonso- se ha normalizado el pluriempleo y el empleo precario.
Maestras y maestros no escapan de esta situación. Un aumento salarial debería estar ajustado a dos artículos de la Constitución: El 91 y el 104, puntualiza la activista Raquel Figueroa. «Se unifica en esos artículos el derecho del valor del salario que debe tener, por ejemplo, un educador».