El analista explicó que la activación de las mesas de cambio para el intercambio de divisas es una alternativa del BCV para manejar el mercado cambiario en el país, luego de las sanciones por parte de EEUU
El analista José Ignacio Guarino afirmó que con las mesas de cambio establecidas por el Banco Central de Venezuela (BCV) podría existir la intención de desmontar el control cambiario pero existe miedo de hacerlo público.
«Estamos tan cerca (de la eliminación del control de cambio) que ni nosotros mismos lo entendemos», dijo en entrevista a Contrapunto, ya que, al eliminarse el Dicom y que el tipo de cambio sea establecido por los operadores cambiarios a partir de la oferta y la demanda, estaríamos en presencia de la eliminación del control de cambio.
El analista explicó que esta medida sería una alternativa del BCV para manejar el mercado cambiario en el país, luego de las sanciones por parte de EEUU, y considera que no habría mayor participación de la banca debido a la falta de confianza.
Recordó que tras las sanciones al BCV, el ente regulador no tiene permitidas las transacciones en divisas, por lo que se vio en la necesidad de buscar opciones para manejar el mercado cambiario en el país. Por lo tanto, el Estado prácticamente se retira del mercado cambiario y establece un mecanismo entre privados.
A juicio de Guarino, con las mesas de cambio el Estado está reconociendo que no tiene divisas para inyectar al mercado y busca que entre los privados las procuren.
El analista hizo referencia a la flexibilización del encaje legal por parte del BCV, con lo que el emisor busca darle un respiro a la banca. Asimismo, aseguró que el Estado procura que la banca capte divisas, seguramente a través de muy pocas empresas que necesiten traer moneda extranjera para pagar nómina, etc.
Aclaró que a través de la resolución sólo se le otorga permiso de transar divisas a los operadores cambiarios autorizados por el convenio N° 1, en su mayoría bancos públicos y privados y algunas casas de cambio.
Sin embargo, considera que otra limitante para las operaciones con divisas es el hecho de que, producto de las sanciones, pocos bancos van a querer transar con cuentas de venezolanos.