El nuevo gobierno de Trinidad y Tobago, aseguró su intención de establecer conversaciones con la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sobre el acceso a los campos de gas natural en el área fronteriza con Venezuela.
«Trabajaremos con la administración Trump para ver cómo se pueden reabrir las discusiones con el gobierno venezolano sobre los campos de gas transfronterizos», indicó el portavoz de energía del partido Congreso Nacional Unido (CNU), David Lee, quien se espera que sea nombrado ministro de energía de la nación, que en la actualidad se mantiene como uno de los principales exportadores de gas natural licuado (GNL).
En este sentido, aseguró que la nueva administración no tiene «ninguna puerta cerrada» y sostuvo que se involucrarían «directamente con Estados Unidos, por lo que confiará en trabajar con nosotros para resolver nuestros problemas transfronterizos».
La revocación de las licencias otorgadas a Trinidad y Tobago durante la administración de Joe Biden, sobre las negociaciones gasíferas con Venezuela, generó repercusiones en la economía trinitense, que enfrenta una escasez de gas.
Las exenciones eximieron de las sanciones a ciertos trabajos para desarrollar dos campos que de gas que se extienden a ambos lados de la frontera marítima con Venezuela.
Trinidad ha estado luchando por recuperar el flujo de gas natural desde noviembre de 2017, luego de una larga caída desde un máximo de 4,3 Bcf/d en 2010. La producción de gas en 2024 fue de 2,53 Bcf/d, y la caída de la producción suprimió la producción de GNL, petroquímica y fertilizantes.
La producción de GNL de Trinidad en 2024, de 16,7 millones de m³, disminuyó un 4,6% respecto a 2023, según los últimos datos del Ministerio de Energía.
Información de EFE