El primer vicepresidente de la Cámara Venezolana de la Construcción habla de cómo reactivar el sector y brindar opciones a la población ya que existe un déficit de viviendas de alrededor de dos millones de unidades
«Consideramos que una política innovadora de alquileres puede crear los incentivos, primero para agotar los inventarios en el mercado secundario, que pueden dar paso a nuevas viviendas».
La afirmación la hace Rafael Torrealba, primer vicepresidente de la Cámara Venezolana de la Construcción, en una de las pausas en las jornadas de trabajo de la convención anual del sector.
El dirigente gremial considera que se pueden crear proyectos específicos para alquiler «cosa que en Venezuela ha existido, pero con muy poca fuerza. Creemos que se puede activar y crear una oferta de soluciones habitacionales masivas».
Existe un contexto legal que impide que se desarrolle el sector de alquileres, ya que las rigidez legal desestimula a los propietarios de inmuebles a alquilar y al desarrollo de viviendas con este fin.
-¿De qué tamaño es el mercado?
-El déficit general es de dos millones de viviendas y hay un mercado gigantesco que atender. ¿Cuánto será de alquiler? Las tendencias nos dicen que las personas prefieren alquilar. Los jóvenes buscan movilidad y agilidad y esa oferta va a complementar la oferta primaria de mercado y el mercado secundario. Con esto se puede generar muchas construcción y va a generar empleo.
La propuesta fundamental surgida de la convención es un plan para la recuperación de los servicios fundamentales de la población y los empresarios hicieron énfasis en el tema eléctrico, agua, salud y transporte.
Se habla de un plan de inversiones que alcanza un monto de 10.000 millones de dólares en dos años.
-¿Cuánto puede aportar el sector privado a las inversiones en electricidad?
-Las inversiones para recuperar casi 14.000 megavatios son 6.000 millones de dólares. Eso se tiene que dar con pruebas piloto progresivas. Nosotros presentamos un proyecto específico con la planta de Castillito para generar entre 20 o 40 megavatios. Esas son las pruebas que se tienen que ir dando y pueden escalar para llegar a los 14.000 megavatios. Es una mezcla de recuperación de termoeléctrica, turbo vapor, hidroeléctrica y eólica.