Conindustria plantea la reapertura a partir del 14 de mayo, con medidas de seguridad como uso de tapabocas y distancia de metro y medio entre cada trabajador
En la tensión entre la salud pública y la economía la primera es la que ha prevalecido en Venezuela. Pero, ¿por cuánto tiempo más?
Formalmente el estado de alarma y la cuarentena están vigentes hasta el 13 de mayo, aun cuando las autoridades no descartan que se extienda más.
Los trabajadores por cuenta propia, mucho antes de que flexibilizara la cuarentena, tuvieron que salir a resolver el día a día. El sector comercio de áreas prioritarias, como alimentos y medicinas, abrió sus puertas con medidas como guantes y tapabocas. Sin embargo, las industrias y empresas se acogieron, las que pudieron, al trabajo en casa, a la espera de volver al ruedo.
Luigi Pisella, director de Conindustria, señaló que, según una encuesta que realizaron en este contexto, 50% de las empresas pueden soportar 15 días de cuarentena y no más. Como industriales, piden que, después del 13 de mayo, se vaya reiniciando las actividades, con un comienzo de la actividad comercial. De lo contrario, alerta, «no es el coronavirus el que nos va a matar, sino el hambre».
Al cierre de 2019 cerraron 400 empresas, estima; hay unas 2.170 empresas en condiciones difíciles. El poder adquisitivo se ha perdido en 50%, y si no se inician operaciones «nos vamos a reducir más».
Pedirle a la gente que se quede en su casa responde a una lógica sanitaria, pero tiene el problema de que la gente va a elegir contagiarse en vez de morirse de hambre, alerta Luis Augusto Romero, secretario general de Avanzada Progresista. Más de 54% de los trabajadores está en la economia informal: si no produce, no come.
El regreso
Pisella, indicó que otros países de América Latina han emitido protocolos para comenzar sus actividades. «Nosotros podríamos, en estos 15 días, irnos ajustando» a los requerimientos. «La economía debe abrirse».
El regreso en otras naciones ha sido con desinfección de áreas de producción, personal protegido con tapabocas y guantes, y con una distancia de metro y medio entre trabajador y trabajador. Eso se puede lograr, afirma, pero debería ser dirigido por el gobierno, porque debe cumplirse en áreas como el Metro y el transporte.
«Tenemos que acostumbrarnos a esto» mientras no haya vacuna, insiste. Para el arranque hay materia prima, pero además se prevé un descenso en el consumo.
Sin embargo, el retorno debe ser con medidas como que haya combustible, que se reduzca el encaje legal y que el IVA se pague al mes. «Necesitamos financiamiento», reitera.