Esferas y pastillas autoextintoras de incendios, mantas sofocadoras y sobres resistentes a un siniestro son algunas herramientas que ofrece esta empresa fundada por Ricardo Tugues
Lo perdieron todo entre las llamas. Es por eso que Ricardo Tugues, fundador de La Casa Bombero, afirma que la marca nació del fuego. «Fuimos víctimas, en el año 2019, del incendio de nuestro hogar. Se incendiaron nuestra casa en Los Naranjos y cinco vehículos», recuerda. Un cortocircuito en una planta eléctrica las 3 de la mañana los dejó sin opciones.
«Estábamos durmiendo. Cuando nos levantamos, por el sonido de las llamas, encontramos un incendio en libre combustión, con llamas de hasta cuatro metros de altura. Ante eso no puedes hacer nada, sino resguardarte», relata. Peor aún: Tuvo que decidir entre sacar a sus papás o apagar a ese enemigo voraz. «A los 25 minutos la casa se estaba derrumbando como las Torres Gemelas de Estados Unidos».
A esta sorpresa le siguieron otras: Los bomberos llegaron en cola, porque en las estaciones de El Cafetal y Baruta no había unidades. «Nos pidieron tobos para sacar agua de la piscina. Yo esperaba bomberos con manguera pero llegaron en cola y sin agua».
Tugues afirma que se consideran víctimas, entre otras cosas, de la desinformación, porque al analizar informes sobre siniestros similares descubrieron que cada vez hay menos tiempo para abandonar un hogar incendiado debido a que los entornos son más inflamables. Los bomberos no llegan a tiempo, sostiene, ni en ciudades como Nueva York. «La matemática del incendio no cuadra».
Decididos a cambiar la historia, decidieron desarrollar dispositivos que avisen que algo ocurre y que apaguen el fuego con rapidez. «Nos basamos en diseños asiáticos, y con la ayuda de profesionales del ramo, especialistas de la UCV y la USB, diseñamos nuestros dispositivos. Hoy día los homologamos y certificamos con todas las autoridades correspondientes en el ramo de extinción de incendio».
La Casa Bombero ofrece esferas autoextintoras de incendios, rellenas de una sustancia extintora y ecoamigable, que se ubican en los puntos propensos a incendios en hogares o empresas; en caso de ocurrir un siniestro esparcen su contenido y «hablan» con un sonido de 85 decibeles.
La pastilla autoextintora que idearon responde a los incendios de vehículos notificados por redes sociales (1.300 en 2022 y más de 400 en lo que va de 2023, cita Tugues). «En 18 meses de comercialización hemos salvado 20 vehículos», calcula. El estado de las vías venezolanas obligó a rediseñarla completamente y adaptarla a las condiciones del país.
Su propia experiencia les hizo ver la necesidad de disponer de mantas sofocadoras que se usan y se guardan. «Tomamos las empleadas en el sector militar alemán y las rediseñamos para el uso civil». Despertarse sin ropa y sin documentos los alentó a buscar un sobre para guardar los papeles imprescindibles: «Es de fibra de vidrio con látex, con un interior aluminizado, capaz de soportar temperaturas de 1.500 grados por lapsos hasta de 40 minutos».
Los productos están disponibles en más de 10 estados del país. Solo en Caracas garantizan 80 puntos de venta. Están trabajando en un dispositivo para motos. Esperan poder exportarlos y ya tienen ofertas.
¿Quién debe pensar en las creaciones de La Casa Bombero? «El que use electricidad y combustible», responde Tugues. Es decir, todos o casi todos.