El presidente de la Asociación de Productores de El Jarillo, Enrique Morón, tiene su propio emprendimiento: la elaboración de vino artesanal.
Explicó que su finca se llama Finca Edén, por la unión de los nombres de su padre y su madre, Dilia y Edén. «Los vinos que producimos también se llaman Edén».
La idea nació en tiempos de pandemia, contó en entrevista con Unión Radio. «Los que sembranos duraznos y fresas tuvimos problemas por la pandemia, porque las ventas se cayeron. Estábamos contra la pared, y pensamos que una forma de usar la fruta era convertirla en vinos. Comenzamos nuestros ensayos» y así nacieron los productos.
Comenzaron con durazno y mora, siguieron con ciruela, manzana criolla de El Jarillo y hasta de pétalos de rosa. Para que sea un buen vino debe pasar en resguardo «mínimo seis meses».
Morón detalló que han ido incrementando la producción a pesar de las dificultades. «Este es un trabajo muy competido». Se producen unas 450 o 500 cajas al año, detalló. El producto se consigue en El Jarillo.






