Tomarse unas birras o unos tragos era un hábito característico de los venezolanos, pero la demanda licorera ha bajada debido al incremento de los costos semanalmente, según indican dueños de locales y consumidores
En Venezuela tomarse una “curda” era sinónimo de compartir con familiares o amigos. Sin embargo, la actual crisis inflacionaria ha logrado que “echarse unos palos” sea cuesta arriba en estos tiempos, pues los costos de las bebidas alcohólicas en licorerías se incrementan diariamente.
La caída en las ventas se debe principalmente a la hiperinflación que atraviesa la economía venezolana que eleva el precio de los productos casi a diario. Así lo informaron los consultados por Contrapunto en recorridos realizados por algunas licorerías del centro de Caracas, Bello Monte y Guatire.
“Las franquicias venden mas baratos que nosotros. Además, hay mucha competencia en las ventas gracias a los abastos que hay por esta zona que también venden licor”, comentó el encargado de una sucursal de ProLicor de la avenida Lecuna.
En un año y medio que tiene trabajando en esa tienda, este joven, que prefirió el anonimato, ha visto cómo las ventas han bajado hasta 50%, a pesar de tener cerca al concurrido Terminal de Nuevo Circo.
“Antes se vendían muchas cervezas de 100 a 150 cajas semanales; ahora si se venden 15 cajas es mucho. La gente busca más que todo licores a base de ron, anís y cocuy. Ni siquiera compran ron porque está más caro que el whisky”, aseveró el trabajador.
El incremento en los precios de los licores ha hecho que muchos consumidores cambien a productos catalogados de bajas categorías. Las opciones son varias en lo que a estos productos se refiere: anís, cocuy (en algunos casos saborizados), aguardiente, miche o licor de ron son los más accesibles por valor en la actualidad.
El popular anís tiene un costo que oscila entre Bs 38.000 hasta Bs 45.000, mientras que un litro de cocuy varía su precio entre Bs 23.000 y Bs 30.000, y el miche se puede conseguir desde Bs 12.000 (un cuarto de botella) hasta Bs 30.000 el litro.
Otra bebida que aumentó su valor es el ron. Este licor seco puede llegar a costar desde Bs. 40.000 hasta Bs 190.000 y sus derivados se pueden conseguir entre Bs 16.900 hasta Bs 39.000.
En la avenida principal Palo Alto, en Guatire, estado Miranda, en el Centro Comercial Parque Esmeralda, se encuentra el Bodegón La Madeleine. Desde hace cuatro años Gabriel Domínguez ha trabajado para mantener su negocio a flote, pese las bajas ventas.
“Uno como comerciante trata de jugar con los productos para que los clientes puedan disfrutar y nosotros tener ventas, pero ya no hay movimiento como antes. Desde febrero ha sido muy fuerte la caída. Sólo durante los apagones logramos subir las ventas porque la gente buscaba distracción, pero en días normales son bastante bajas las ventas”, indicó Gabo, como es conocido en la zona.
“Aquí se vendían de 200 a 250 cajas de cervezas semanales. Ya vamos por 120. Allí se ve el cambio. Antes uno reponía licores secos cada 15 días hasta un mes, ahora hemos pasado hasta tres meses sin reponer inventario porque la gente ya no compra licor seco», dijo.
¿Qué pasó con las “birras”?
Freddy Rocca distribuye cervezas desde Balconcitos hasta la esquina de Piñango, en la avenida Baralt. Relata que antes distribuía un promedio de 10 mil cajas mensuales y ahora son tres mil las que deja en locales comerciales de la zona.
“Hace 10 años vendíamos muchas más cervezas, pero esta situación del país y la inflación hace que todo suba constantemente, incluyendo las birras. Ahora, un negocio te deja entre 10 y 15 cajas, cuando antes despachabas entre 100 y 150 cajas en un solo local”.
Para el jueves 5 de junio una caja de cerveza costaba Bs 77.760, pero según Rocca, los viernes los precios se ajustan por tema de mercado, costos de materia prima, movilidad y eso influye también en el precio unitario del producto.
“El consumidor antes se bebía más de cinco cervezas porque era más económico. Ahora te tomas entre 2 ó 3 cervezas máximo porque es costoso”, precisó el trabajador cervecero.
Otro punto a resaltar es que el precio de las “birras” varían dependiendo el lugar. En los locales visitados los precios oscilaban entre Bs 3.500 y Bs 4.500 para el tercio y Bs 2.800 hasta Bs 3.200 la “porlacita”.
Algunos se permiten «echarse un palo»
En una franquicia licorera en Bello Monte, el viernes 7 de junio, se evidenció largas colas para comprar “la botella del fin de semana”. Algunas personas consultadas indicaron que prefieren comprar allí porque los precios son más accesibles. Otros agregaron que se encuentra más variedad en licores.
«Aunque hay prioridades como comprar comida, a veces es necesario tomarse algo para liberar el estrés de la semana», manifestó un joven que se encontraba en la cola desde las 11:00 de la mañana.
«De vez en cuanto toca tomarse algo para pasarla bien, por eso hacemos una vaca para comprar algo para matar el viernes», expresó un estudiante universitario que se encontraba junto a un grupo de compañeros cerca de la licorería.
Pese a los altos costos, muchos consumidores se las ingenian para disfrutar de unos traguitos, algunas botellas o varias birras, siendo el consumo consumo de licor uno de los lujos que algunos pueden permitirse en estos momentos de crisis hiperinflacionaria.