El fundador y CEO de Bitdata Consultores, Juan Blanco, afirmó que el reciente crecimiento del mercado de criptomonedas en Venezuela responde a la búsqueda de un USDT más económico. Lo definió como la “segunda ola cripto” en el país, distinta a la primera que surgió con el Petro, y ahora marcada por la desaparición de la tasa no oficial y la necesidad de comercios y usuarios de contar con un dólar de referencia.
Arbitraje como práctica común
Blanco explicó que los venezolanos están comparando plataformas y moviéndose hacia aquellas donde el USDT se ofrece a menor precio. Este comportamiento ha convertido al arbitraje, comprar en un exchange a menor precio y vender en otro a una tasa más alta, en una práctica cada vez más extendida y legal.
Plataformas más utilizadas
Aunque Binance se mantiene como la plataforma más usada en el país, Blanco destacó que no es la única. Mencionó a Bybit, una de las diez más utilizadas en Venezuela, donde con frecuencia se encuentran tasas más bajas del USDT que en Binance. “Muchos usuarios compran USDT barato en Bybit y luego lo mueven. Es un mercado muy nuevo que se está conociendo más en los últimos meses”, señaló.
Factores globales y locales
Según Blanco, la masificación global de las criptomonedas también impulsa este comportamiento, reforzado por el protagonismo que tomaron los criptoactivos durante la campaña presidencial de Donald Trump en Estados Unidos.
En el ámbito local, el empresariado venezolano ha comenzado a incorporar pagos con cripto, lo que ha acelerado la adopción del USDT. Actualmente existen dos exchanges autorizados en el país, Crixto y Kontigo, que permiten realizar pagos directamente en tiendas.
Venezuela se ha posicionado como uno de los países de Latinoamérica con mayor uso de criptomonedas, en un entorno económico caracterizado por la inflación y la volatilidad cambiaria. La búsqueda de alternativas de referencia para el dólar ha convertido al USDT en un instrumento clave para usuarios y comercios.
Legalidad y alianzas: ¿qué pasa con Binance?
Sobre el marco legal, Blanco explica que Binance opera en Venezuela «casado con Crixto», plataforma que convierte USDT en bolívares a tasa BCV, a través de una pasarela de pagos.
Aclara que, aunque muchas exchanges globales funcionan en lo que describe como una «escala gris», en Venezuela sí existen mecanismos formales para integrarse al sistema de pagos mediante alianzas, como la de Crixto.
Blanco afirma que el uso es predominantemente de particulares: «Uno de cada 10 venezolanos está utilizando la plataforma», dijo refiriéndose a Binance. Las compras pequeñas y el uso cotidiano del USDT se concentran en Crixto, cada vez más presente en comercios multimarcas.
En el plano corporativo, señala que el USDT también fluye hacia sectores como Pdvsa, la industria del cemento y otras grandes empresas, que lo utilizan para suplir la caída en la entrada de dólares al país.






