Coberturas más modestas y facilidades de pago son algunas de las condiciones que cambiaron
De las grandes pólizas del pasado (hospitalización, cirugía y maternidad) quedan los buenos recuerdos de los tiempos de Venezuela que ya se marcharon. La economía, convertida en un bonsái debido a siete años de crisis, obligó a más de una persona a abandonar su seguro, y ni hablar de las instituciones y empresas. Tanto, que al día de hoy solo 5% o 6% de la población tiene seguro de salud en Venezuela, calcula María del Carmen Bouffard, presidenta de la Cámara de Aseguradores de Venezuela.
“Ha descendido mucho en los últimos años porque la población ha tenido otras necesidades, ha tenido una importante pérdida del poder adquisitivo y ha priorizado otras necesidades antes que la contratación de los seguros, que si bien es importante, a veces el ingreso del venezolano no da sino para alimentos y medicinas”, enfatiza. Eso significa que personas que tenían pólizas han debido renunciar a ellas. Sin embargo, el “efecto pandemia” ha empujado a los ciudadanos “a buscar algún tipo de protección, así sea modesta, para una eventualidad de su salud”.
Cierto movimiento en la economía –sin perder de vista la pobreza y la desigualdad- ha llevado al sector asegurador a plantearse cómo atender a quienes hoy ganan en dólares por los servicios que prestan. Hay diversas modalidades, refiere Bouffard. Se ofrecen servicios de salud “que tienen sumas aseguradas más modestas y que permiten ciertas facilidades, como pagos mensuales no muy altos, y que dan algún tipo de protección”. Las empresas “están buscando adaptarse”.
Ahora que puede haber pólizas en dólares la gente se interesa en tenerlas, explica Kay Boetticher, presidente de Makler Sociedad de Corretaje y Seguros. “¿De qué vale la pena hacerte una póliza en bolívares si al final del año eso no te cubre nada?”, interroga. Para Boetticher “el mercado empieza a recuperarse desde el momento en que se puede hacer en dólares, y lo están haciendo”.
Ahora las pólizas se pagan por partes, con facilidades. “Son pólizas muy buenas. Te ayudan en el momento en que pase algo”. Pueden cubrir 50 mil dólares, con pagos mensuales de 50 a 80 dólares, calcula.
¿Para quiénes? Hay una clase media nueva que mueve muchos dólares, formada por técnicos, carpinteros, jardineros, describe Boetticher. Son esos trabajadores los que empiezan a tener pólizas de seguros.
Salud y vehículos
En 2020 el 59% de la cartera de seguros se fue a salud, y es posible que en 2021 haya aumentado, aunque los datos todavía no están disponibles. Después de salud siguen los seguros para automóviles, porque “el venezolano siempre ha tendido a priorizar esos dos seguros”, pero “el envejecimiento del parque automotor y la dificultad de las personas para adquirir vehículos nuevos” ha reducido estas pólizas, detalla Bouffard.
En los años 90 un 32% de las pólizas estaban dedicadas a preservar los vehículos y 24% a la salud, recordó Bouffard, lo que evidencia el mapa de prioridades de la población. Ya en 1999 comienza a cambiar el criterio, y mientras la salud ocupa 35% los vehículos bajan a 31%.
Para que el sector mejore “necesitamos un contexto económico adecuado”, comenta. Hay un proyecto de ley, “hicimos nuestras observaciones en su momento”. Por ejemplo, en otros países no se necesita el compromiso previo de la aprobación de los productos ante la superintendencia de la actividad aseguradora, sino que el control es posterior, y las compañías deben cumplir ciertos requisitos. Ese es un punto que podría modificarse en un futuro”.
El sector sufrió el impacto de la pandemia, que no estaba previsto y que es un riesgo no incluido en las pólizas. “El sector asumió, como parte de su responsabilidad social, atender los casos por COVID. La necesidad de flujo de caja para cumplir con los compromisos es bien grande”, admite. De la migración no se han salvado: En 2015 “teníamos unos 15 mil trabajadores”, y en 2020 “estimamos que quedaban 7 mil u 8 mil”. Las compañías “han tenido que adaptarse, reducirse, compensar con tecnología”.
En 2018 la gente se preguntaba de qué le servía una póliza que ya no cubría nada, porque los usuarios se encontraron con coberturas equivalentes a 10 bolívares de hoy.
Sin embargo, la cámara es optimista sobre el futuro de sus 49 empresas de seguros autorizadas, y Bouffard considera que la pandemia sirvió como enseñanza porque la gente pensará “mira lo que pasó, no tuve póliza, me enfermé. Lo vemos diariamente”. El paso siguiente es pensar en productos, para diferentes estratos, y para otras áreas diferentes de la salud. Un emprendedor debe pensar en proteger su inversión “dentro de sus capacidades”, porque puede haber un daño por incendio, por robo.