En un esfuerzo conjunto por posicionar a Venezuela en el mercado global de las finanzas sostenibles, la Bolsa de Valores de Caracas (BVC) y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) avanzan en una hoja de ruta que busca conectar al país con los billones de dólares invertidos internacionalmente en proyectos que promueven el medio ambiente y la calidad de vida.
El presidente de la BVC, Dr. José Grasso Vecchio, confirmó en el programa «Reporte ASG», transmitido por Fedecámaras Radio, que la iniciativa se enfoca en formación y difusión. Desde la firma del acuerdo en mayo, se han realizado charlas y conferencias con expertos del PNUD, tanto nacionales como internacionales, para fortalecer capacidades locales.
Diplomado en Finanzas Sostenibles supera expectativas
Este 16 de septiembre inicia el diplomado en finanzas sostenibles, una de las primeras ofertas académicas de su tipo en la región. Patrocinado por el PNUD, la Superintendencia Nacional de Valores, la Universidad Central de Venezuela y la BVC, el programa ha generado un interés inesperado: más de 170 inscritos, superando ampliamente el cupo inicial de 70 participantes.
El diplomado, con 130 horas académicas y un costo de 80 dólares, está dirigido a profesionales de sectores como banca, seguros, finanzas y comunicación social. Los representantes de medios de comunicación podrán cursarlo gratuitamente. Ante la alta demanda, Grasso Vecchio anunció que se abrirán nuevas ediciones próximamente.
Bonos verdes, azules y sociales: el próximo paso
En paralelo, se espera la publicación de una normativa especial por parte de la Superintendencia Nacional de Valores que habilite la emisión de bonos temáticos —verdes, azules y sociales— destinados a financiar proyectos con impacto ambiental y social positivo. Estos instrumentos, una vez verificados, garantizarían que los recursos se canalicen hacia iniciativas concretas de sostenibilidad.
Grasso Vecchio estima que, en un plazo de dos años, Venezuela podría estar en condiciones de captar fondos internacionales, lo que no solo impulsaría la transición sostenible, sino que también generaría empleo y dinamismo económico.
Este proyecto marca un hito en la integración de Venezuela al ecosistema financiero global con enfoque ESG (ambiental, social y de gobernanza), y refuerza el compromiso institucional por construir una economía más responsable y resiliente.






