Aunque las plantas extractoras de palma aceitera en Venezuela han mejorado su capacidad instalada de recepción, los niveles de producción continúan siendo insuficientes para cubrir la demanda nacional, según informó el ingeniero agrónomo José Milano, contralor de la Federación de Palmicultores de Venezuela (FEPALVEN).
Durante una evaluación del estado actual del sector, Milano explicó que las oleaginosas cultivadas en el país apenas logran cubrir el 30% de la demanda nacional de derivados como aceite, margarina y manteca de palma. Esta situación se ha agravado por una caída en la producción de entre 10% y 13% respecto a años anteriores, atribuida a problemas climáticos y limitaciones en la inversión para la nutrición de los cultivos.
Brecha regional y limitaciones estructurales
El contralor de FEPALVEN advirtió que Venezuela se encuentra rezagada frente a países vecinos en cuanto a superficie cultivada. Mientras naciones como Colombia y Brasil cuentan con alrededor de 570.000 hectáreas sembradas, el país apenas alcanza entre 100.000 y 110.000 hectáreas, lo que limita significativamente su capacidad de producción.
“Estamos muy lejos de los niveles de producción de nuestros vecinos. La diferencia en superficie cultivada es abismal”, señaló Milano.
Alianza estratégica para enfrentar el déficit
Ante las dificultades de financiamiento, el gremio logró establecer una alianza estratégica entre productores, plantas extractoras y la empresa de aceite Coposa, que permitió obtener 288.000 dólares destinados a fertilizantes. Este programa fue ejecutado durante la entrada de lluvias de este año, con la expectativa de que sus efectos se reflejen en los próximos ciclos productivos.
“Esperamos que esos resultados el próximo año y los años venideros se lo podamos seguir manteniendo y poder garantizar subir nuevamente esos niveles de producción”, afirmó Milano.
Perspectivas
La recuperación del sector palmero dependerá de la continuidad de estas alianzas, el fortalecimiento de la inversión agrícola y la implementación de políticas que permitan ampliar la superficie cultivada. Mientras tanto, el gremio insiste en la necesidad de mejorar las condiciones climáticas y nutricionales para revertir la tendencia a la baja en la producción.






