El panorama actual es que no solo se retrasa el pago, sino también las labores agronómicas al cultivo, que podría incidir en bajas para el próximo ciclo
El retraso en la venta de azúcar nacional sigue impidiendo que a los cañicultores se les cancele el pago correspondiente a la zafra 2022-2023. El principal motivo: las importaciones en pleno inicio de la zafra, que «inundaron» de azúcar el mercado.
«Existe un problema estructural con altos inventarios en todos los centrales azucareros. Hubo mucha importación a comienzo del ciclo de cosecha que hizo que el mercado se inundará de azúcar», dijo José Ricardo Álvarez, presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Cañicultores de Venezuela (Fesoca).
La solución -según comentó- es que paren las importaciones y el Gobierno ya tomó esa decisión. “Eso es un paso bien importante. Esperamos que comiencen a moverse los inventarios nacionales y ojalá así sea, para que nuestros azúcares se puedan vender y efectuar el pago a los cañicultores», afirmó.
El panorama actual es que no solo se retrasa el pago, sino también las labores agronómicas al cultivo, que podría incidir en bajas para el próximo ciclo.
«Contamos solo con los ingresos del producto que entregamos y si eso se retrasa, pasa también con las labores al cultivo. Si comienzan a pagar la caña se le pueden hacer algunas labores», dijo.
El dirigente agregó que la zafra avanza con buenos resultados y se espera que supere los estimados de tres millones 300 mil toneladas. «Vamos al tercer año consecutivo, creciendo. Vamos a moler unas 300 o 400 mil toneladas más que la zafra anterior», expresó.
Con información de Minuta Agropecuaria