La Sociedad Venezolana de Ingenieros Agrónomos y Afines destacó la necesidad de que el Gobierno haga una revisión del Acuerdo de Alcance Parcial de Naturaleza Comercial Nº 28 entre Colombia y Venezuela, a fin de priorizar la producción nacional
El secretario general de la Sociedad Venezolana de Ingenieros Agrónomos y Afines (SVIAA) y afines, Carlos Itriago, advirtió que el sector agroindustrial y la seguridad alimentaria del país se encuentran en riesgo debido, entre otras causas, a la falta de atención en materia de contrabando y el impulso de acuerdos binacionales con Colombia que fomentan la importación.
Durante una rueda de prensa realizada este 27 de septiembre, el representante de la SVIAA hizo un llamado al Ejecutivo venezolano a que se haga una revisión del Acuerdo de Alcance Parcial de Naturaleza Comercial Nº 28 entre Colombia y Venezuela, a fin de lograr priorizar el producto venezolano.
«Tenemos que, obligatoriamente, beneficiar a nuestros productores e industriales y, por lo tanto, beneficiar a los consumidores venezolanos. Si no equilibramos el convenio 28, podemos generar una balanza de pagos que se va a inclinar hacia Colombia y nosotros simplemente nos vamos a convertir en consumidores de ese producto importado», detalló, al tiempo que aclaró que no abogan por el eliminar el acuerdo binacional, pero sí esperan que se ofrezcan garantías al sector productivo venezolano.
Asimismo, la SVIAA propone que se establezcan reglas técnicas, económicas y productivas entre las instancias agrícolas, agroindustriales y alimentarias -tanto públicas como privadas-, que permitan que las empresas reciban de manera oportuna, «en cantidades y en calidad suficiente», los recursos para «poder suplir las necesidades operativas y de elaboración de los productos alimenticios que Venezuela necesita».
En cuanto al encaje legal bancario, consideran necesario disminuir el porcentaje de 73% a un rango que oscile entre el 15% y 20%, ya que «si el sector agroindustrial y alimentario depende de las materias primas que se producen en el campo y el productor no tiene músculo financiero ni económico para poder desarrollarse, ni aumentar los niveles de producción, tecnificarse (…) la calidad y cantidad de estas materias primas se van a ver disminuidas», y por consiguiente, se reducirá la capacidad de transformación del sector alimentario: «No va a poder ser lo suficiente para cubrir las necesidades alimenticias que tiene el consumidor venezolano».
Recuperación y desarrollo empresarial
El ingeniero Itriago también destacó la importancia de poner atención y promover la recuperación y desarrollo de empresas que contribuyen con la cooperatividad técnica y productiva del sector agroindustria y alimentario, con la finalidad de reducir los costos y la disponibilidad de lo que se requiere.
«Si no tenemos, por ejemplo, plantas que desarrollan envases de vidrio, envases de plástico, tapas, embalajes o los laminados que se utilizan para los jugos (…) sin esas empresas, sin el servicio técnico, el acompañamiento técnico, los repuestos, sin mencionar el transporte, entonces vamos a tener debilidades que se van a manifestar abiertamente, en el costo del producto final, afectando los ingresos de la empresa. Porque si los costos son altos, las personas no los van a poder adquirir por la situación que tenemos de los bajos salarios y el bajo poder adquisitivo», explicó.
«La salud entra por la boca»
Durante el encuentro, donde se presentaron los resultados del estudio sobre la situación actual de la agroindustria venezolana y sus perspectivas, a través del que se evaluaron 30 empresas: 12 agroindustriales y 18 industrias alimenticias, Itriago recordó que desde la SVIAA rechazan el contrabando de productos que ponen en riesgo la seguridad alimentaria de Venezuela.
Recordó que todos los productos que ingresan desde el extranjero deben pasar por un proceso de legalización y adaptación a las normas nutricionales del país para poder aportar los nutrientes que requiere el consumidor venezolano.
Detalló que, aunque en muchas ocasiones, los productos que ingresan al país producto del contrabando son más accesibles para la población, en cuanto a precio se refiere, esto no garantiza la calidad de los alimentos, ya que no cuenta con los permisos y regulaciones necesarias para su distribución en el país.
Explicó que actualmente el porcentaje de contrabando de los productos alimentarios rondan entre el 20% y 30%, afectando principalmente a los estados fronterizos.
«Tenemos que nosotros poner de nuestra parte, no solo en el sector privado, sino también el sector público para potenciar el crecimiento del sector (…) el ser humano es un ser orgánico, si no nos alimentamos en cantidad y en calidad, simplemente perecemos. La salud entra por la boca y esas esa salud tiene que ser garantizada tanto por los entes gubernamentales, que son los que se encargan de regularizar, legalizar, estandarizar y proteger que estos productos sean eficientes y que estén dentro de las normas, pero también está el sector privado, que se encarga de elaborarlos», finalizó.