El sector azucarero venezolano continúa su senda de recuperación, al registrar en la zafra de 2025 un incremento de entre 8% y 10% en la producción de caña molida, en comparación con el año anterior. Así lo informó José Ricardo Álvarez, presidente de la Federación Nacional de Cañicultores de Venezuela (Fesoca), durante una entrevista concedida al programa Venezuela Productiva, transmitido por Fedecámaras Radio.
Álvarez detalló que en la presente cosecha se molieron cerca de 4.5 millones de toneladas de caña de azúcar, cifra que representa el quinto año consecutivo de crecimiento para el sector. “En el campo teníamos un poco más, como 4.8 millones. Lamentablemente, quedaron unas 300.000 toneladas sin procesar. En comparación con el año pasado, que terminamos moliendo 4.1 millones, este año volvimos a crecer casi en un 8 o 10%”, precisó.
Cobertura del mercado interno y desafíos logísticos
El dirigente gremial indicó que este volumen de producción permite cubrir aproximadamente el 60% del consumo nacional, mientras que el restante 40% se abastece mediante importaciones, principalmente de azúcar brasileña. En ese sentido, Álvarez instó a priorizar la importación de azúcar cruda, con el objetivo de mantener operativas las centrales azucareras locales durante todo el año.
Planes de reactivación industrial
Durante la entrevista, también se abordaron los planes del Ejecutivo nacional para reactivar infraestructuras clave del sector. Álvarez celebró el anuncio de la posible reactivación de la Central Azucarera Venezuela, ubicada en el estado Zulia, aunque advirtió sobre la necesidad de evaluar las condiciones actuales de la planta y el nivel de inversión requerido. “Esto siempre es bueno para que se generen empleos, muy necesarios en las zonas rurales. Sin embargo, yo no sé realmente en qué condiciones están estas centrales azucareras y cuánta inversión necesitan para operar nuevamente”, comentó.
Con estos resultados, el sector azucarero reafirma su papel estratégico en la economía agroindustrial del país, aunque persisten retos vinculados a la infraestructura, la logística y la competitividad frente a las importaciones. La continuidad del crecimiento dependerá, en buena medida, de políticas públicas que fortalezcan la cadena de valor y garanticen condiciones sostenibles para los productores.






