El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que la esperada pelea de la UFC en los jardines de la Casa Blanca se celebrará el 14 de junio de 2026, coincidiendo con su cumpleaños número 80. El evento, originalmente previsto para conmemorar el 250.º aniversario de la independencia del país, fue reprogramado durante un acto oficial por el 250.º aniversario de la Armada estadounidense.
“Vamos a tener una gran pelea de la UFC en la Casa Blanca, justo en los terrenos de la Casa Blanca”, declaró Trump ante una audiencia compuesta por cadetes navales y personal militar. Aunque no mencionó que la fecha coincide con su cumpleaños, el cambio fue confirmado posteriormente por su equipo de comunicación.
El luchador irlandés Conor McGregor aseguró la semana pasada que ya había firmado para participar en el combate, calificándolo como un “acuerdo cerrado”. Trump respaldó esa afirmación en una entrevista con Fox News, señalando que “no hay nada que negociar”.
Sin embargo, Dana White, director ejecutivo de la Ultimate Fighting Championship (UFC), contradijo esas declaraciones al afirmar que “aún no ha comenzado a negociar” con ninguna parte involucrada. “Conor quiere participar y está entusiasmado, pero no hay nada cerrado todavía”, explicó White, quien también advirtió que la seguridad será un “problema enorme” para el evento.
Según el plan preliminar, menos de 5.000 personas podrán presenciar la pelea en los terrenos de la Casa Blanca. El resto del público se ubicará en el Parque de los Presidentes, donde se instalarán pantallas gigantes, un escenario para conciertos y otras actividades. “Vamos a tomar el control de Washington D. C. durante toda esa semana”, afirmó White.
La Casa Blanca informó en septiembre que el evento incluirá fuegos artificiales, espectáculos de luces y el pesaje oficial de los peleadores en el Monumento a Lincoln. Steven Cheung, vocero presidencial, declaró al Wall Street Journal que el evento busca “celebrar el monumental 250.º aniversario de Estados Unidos”.
Al finalizar su segundo mandato, Trump se convertirá en el presidente de mayor edad en la historia del país, con 82 años. En varias ocasiones ha insinuado su intención de postularse para un tercer mandato, lo que representaría un hecho sin precedentes en la política estadounidense.






